Las direcciones de moda en la nueva ciudad de Sara Carbonero
Más allá de los lugares turísticos conocidos, a la periodista le queda mucho por conocer en esta encantadora ciudad: desde tiendas de decoración a restaurantes a la última. Esta es nuestra lista de propuestas para que pueda seguir descubriendo lo más cool de Oporto.
Desde que la familia Casillas-Carbonero se instalase en la exclusiva zona portense de Foz do Douro para su nueva aventura, Sara ha tenido algo de tiempo para descubrir los lugares más emblemáticos de la ciudad de Portugal que se ha convertido en su nuevo hogar. Tanto de la mano del pequeño Martín, en una visita al Acuario de la ciudad, como en compañía de sus mejores amigas, Isabel Jiménez y Mayra del Pilar, la presentadora aprovecha cada momento de su ajetreada vida para hacer turismo.
Oporto no tiene nada que envidiar a Lisboa, su eterna competidora, ni en monumentos ni en lugares a la última. Cuando ya se ha visitado la torre de los Clérigos, la Ribeira, la capilla de las Almas o la librería Lello e Irmao, llega el momento de conocer la otra cara de la ciudad. Exponente de vanguardia en todos los aspectos, en sus calles también se encuentran las tiendas y los restaurantes más chic, donde la tradición portuguesa se reviste de modernidad y los productos típicos se convierten en delicatessen gourmet.
PARA COMPRAR
Existen dos formas de ir de compras en Oporto: o perderte sin rumbo descubriendo en el camino tiendas interesantes o planeando tu recorrido contando con las paradas obligatorias para hacer shopping. Para introducirse de lleno en la tradición del país, A Vida Portuguesa (avidaportuguesa.com) es la tienda perfecta. Su maravillosa ubicación permite disfrutar de la Torre de los Clérigos mientras se seleccionan productos típicos portugueses. Si lo que se quiere es comprar ropa moderna pero sencilla, al estilo de Sara Carbonero, Cubik (travessa de Cedofeita, 51) ofrece la posibilidad de ojear la tienda mientras se disfruta de una cerveza o una taza de café.
En busca de los objetos de decoración más originales, María&Co (Firmeza, 450) llama la atención. Tampoco puedes perderte el templo al aceite de oliva de la tienda Oliva&Co (olivaeco.com), toda una oda a este producto de la tierra con una decoración exquisita.
DE MERCADILLOS
No hay ciudad a la última que se precie que no tenga sus propios street markets. Destacan en Oporto El Mercado de Porto Belo, que se celebra los sábados de 11 a 19 horas en la praça Carlos Alberto. Si lo que se busca es ropa y accesorios de diseño, el mejor mercadillo es Urban Market, que se celebra todos los meses en la praça das Cardosas.
PARA TOMAR UN VINO O COMER
Después de tanto caminar por las cuestas interminables de la ciudad, lo que seguro apetece es descansar tomando un buen vino en algún lugar de diseño, moderno y confortable. Si el tiempo acompaña, el restaurante Base (passeio dos Clérigos) ofrece la posibilidad de relajarse bajo la sombra de la torre de los Clérigos en una terraza de hierba al aire libre. La Piada (lapiada.pt), en la rua Dr. Barbosa de Castro, 64, ofrece una carta variada que va cambiando donde triunfan versiones trasgresoras en un concepto de cocina italiana fusionado con combinaciones y productos típicos portugueses.
Para una comida de calidad, regada con un buen Oporto, el restaurante O Antigo Carteiro (R. do Sr. da Boa Morte 55) es una fantástica elección. También es un buen plan tomar un té en un lugar único. La tienda Rota do Chá (rotadocha.pt) no solo te da la posibilidad de comprar infusiones de todo el mundo, sino que las puedes degustar allí mismo.
PARA DESCANSAR
Para dormir en Oporto existen infinidad de alternativas para todos los gustos. Si se prefiere un descanso de lujo, con una panorámica que corta la respiración, el hotel The Yeatman (the-yeatman-hotel.com) es la mejor elección. Y Sara Carbonero lo sabe, pues fue su elección como alojamiento provisional hasta que encontraron la que ahora es su casa. También muy confortable y con unas vistas impresionantes, el hotel 1872 River House (1872riverhouse.com), ubicado a orillas del Duero en una casa típica portuense.