Diez rincones de Europa especialmente bonitos para tus próximos 'selfies' de otoño
COCHEM (ALEMANIA)
En la romántica región del Mosela (Mosel, en alemán), donde las laderas del sinuoso valle fluvial están cubiertas por viñedos, cada curva del río está dominada por un castillo o un palacio. El castillo medieval de Cochem, que domina esta localidad de postal, es uno de los más espectaculares a vista de pájaro.
TIROL (AUSTRIA)
El Tirol austriaco brinda unos paisajes de cuento que bien podrían haber sido el decorado de las aventuras de Heidi. En cualquier estación del año son de lo más bucólico.
PLITVICE (CROACIA)
El Parque Nacional de Plitvice es el más conocido de Croacia y lo es, sobre todo, por sus 16 lagos de aguas turquesas y fondos transparentes conectados entre sí por casi un centenar de cascadas que se pueden contemplar libremente por su red de senderos y pasarelas de madera. Si la Unesco lo ha declarado Patrimonio Natural de la Humanidad es porque méritos no le faltan. En primavera, en verano, en otoño… siempre luce espectacular.
TIERRAS ALTAS (ESCOCIA)
Si por algo es conocida esta tierra más allá de sus paisajes verdes es por sus castillos, que llega a sumar hasta un millar, y eso que es solo una tercera parte de los que tuvo. Trazar una ruta uniendo algunos de ellos es la mejor manera de conocer la historia de esta tierra y también de disfrutar, en muchos casos, de algunos de los rincones más insólitos de Escocia.
BLED (ESLOVENIA)
Un lago de aguas cristalinas, rodeado de montañas boscosas, con un islote en el centro en el que se erige una pequeña iglesia es una estampa de lo más idílica, pero mucho más aún en otoño, cuando los colores de los árboles se reflejan en las aguas glaciares. Para disfrutarla nada como navegar por sus aguas.
ALSACIA (FRANCIA)
Al este de Francia y haciendo frontera con Alemania y Suiza, esta región reúne en su valle montañoso al borde de la Selva Negra pueblos que parecen sacados de un cuento, con sus casas de entramado de madera, callejuelas estrechas y balcones rebosantes de geranios y, a su alrededor, un paisaje de viñedos que anima a seguir la ruta de los vinos de Alsacia.
HAYEDO DE TEJERA NEGRA (ESPAÑA)
El otoño pinta este bosque de hayas de Cantalojas, en Guadalajara) uno de los más meridionales de Europa, de cientos de tonalidades ocre y rojo, además de llenar sus suelos de setas. Consta de dos rutas circulares, la senda del Robledal y la senda de Carretas.
LLANRWST (GALES)
En esta casa a orillas del lago Conwy, en la pequeña ciudad de Llanrwst, Gales, está completamente cubierta por enredaderas que al llegar el otoño cambian su color verde por los tonos rojos.
LAVAUX (SUIZA)
Entre Lausana y Montreux se extiende una de las zonas de viñedos más grandes y pendientes de Suiza, el Lavaux. Las terrazas construidas en las laderas, que desde 2007 forman parte del Patrimonio Mundial de la Unesco, invitan a una ruta placentera por viñedos encantados y ciudades medievales con bodegas tradicionales, unidas por una gran red de senderos.
TOSCANA (ITALIA)
Su campiña de ondulante paisaje, sus colinas de viñedos cultivadas desde hace siglos, sus pueblos aquí y allá con más encanto -Lucca, San Gimignano…-, la belleza sublime de Florencia, Siena o Pisa, sus ciudades cargadas de arte… La Toscana es una escapada que despierta todos los sentidos.