Los 21 pueblos más bonitos de Europa, elige cuál es tu preferido
Cada uno tiene su particular encanto, hay antiguas ciudades de pescadores, decorados de cine, otros situados a orillas de un lago, los hay que son paradas del Camino de Santiago, punto de partida de excursiones por las montañas más altas del continente, inspiradoras de novelas… Lo que tienen todos estos pueblos que hemos reunido en esta galería de imágenes es que todos son de postal. Si difícil ha sido seleccionarlos entre muchos otros que rivalizan con ellos en Europa, mucho más que elijas entre ellos el más bonito.
CONQUES (FRANCIA)
En la región de Midi-Pyrénées y en las laderas del boscoso desfiladero de Dourdou, Conques es posee un patrimonio arquitectónico excepcional de la Edad Media, en el que sobresale uno de los tesoros del arte cristiano occidental: la abadía románica de Sainte-Foy. También es uno de los principales puntos de parada del Camino de Santiago francés.
HALLSTATT (AUSTRIA)
Este idílico pueblo incrustado en los Alpes está catalogado por la Unesco como "el pueblo más hermoso a orillas de un lago". Es el ejemplo perfecto de cómo mezclar belleza arquitectónica y entorno natural para dar vida a un paraíso creado en conjunto por el hombre y la naturaleza.
REINE (NORUEGA)
Por su entorno de montaña, sus casas con techos de hierba, su flota pesquera… este pueblo por encima del Círculo Polar Ártico de poco más de 300 habitantes ofrece una auténtica postal. Este punto remoto del país, en el archipiélago de las Lofoten, pasa por ser una de las aldeas más bonitas de Noruega.
ALKMAR (HOLANDA)
Además de ser la ciudad del queso, esta ciudad de la provincia de Holanda del Norte posee un encantador centro antiguo lleno de monumentos, una agradable zona de tiendas y montones de terrazas, cafés y restaurantes, pero para disfrutarla de verdad nada como subirse a una de esas gabarras que recorren sus canales y contemplarla desde el agua.
BESALÚ (ESPAÑA)
La imagen de su puente fortificado, con arcos desiguales y torre defensiva, salvando las orillas del Fluvià no puede ser más elocuente y tiene su mejor fotografía desde el antiguo barrio judío, donde se esconde una de las singularidades de Besalú, el baño judío medieval de purificación que se encontraría junto a la sinagoga. El Prat de Sant Pere, la plaza en la que se encuentra la iglesia del monasterio de Sant Pere, los templos de Santa María, San Vicente y San Julián, el Ayuntamiento, la casa Cornellà o los soportales de la calle Tallaferro son algunos de sus imprescindibles.
BLED (ESLOVENIA)
El singular paraje natural del lago glacial de Bled parece sacado de un cuento. A la sombra de los Alpes Julianos, sus aguas abrazan una pequeña isla coronada por la iglesia de Santa María de la Asunción, escenario de una leyenda conmovedora.
CASTLE COMBE (INGLATERRA)
Una carretera comarcal enmarcada por frondosos bosques lleva hasta este pequeño pueblo del condado de Wiltshire de apenas trescientos vecinos que pasa por ser uno de los más bonitos de Inglaterra. Decorado cinematográfico para algunas películas, llaman la atención en él su iglesia medieval, su mercado que se remonta al siglo XIV y sus casas de estilo Cotswold, construidas con paredes gruesas de piedra y tejados de pizarra.
VARENNA (ITALIA)
Entre los pueblos de italianísimos nombres y aspecto transalpino que merecen atención al borde del lago Como destaca especialmente Varenna, una antigua ciudad de pescadores que hoy es uno de los más pintorescos y encantadores de este entorno, en el que Clooney ha encontrado refugio y sus colegas del cine decorado para películas como El ataque de los Clones, Casino Royale, de James Bond, y Ocean’s Eleven.
ROTHENBURG OB DER TAUBER (ALEMANIA)
Es la joya medieval de la Ruta Romántica alemana, un pueblo de cuento de hadas con cautivadoras calles empedradas, casas sin orden ni concierto y murallas.
DINANT (BÉLGICA)
A orillas del río Mossa y respaldada por las montañas de las Ardenas, la preciosa ciudad de Dinant tiene como uno de sus símbolos la antigua ciudadela, a la que se puede acceder salvando más de cuatrocientos escalones o a través de funicular. Otro es la colegiata de Notre-Dame, coronada con su espectacular cúpula en forma de bulbo.
ADARE (IRLANDA)
Curiosas y como de cuento parecen las casas con tejados cubiertos de paja de este pueblo inmerso en el suave y verde paisaje irlandés. Queda a 20 kilómetros de Limerick, la capital del condado del mismo nombre y está considerado uno de los pueblos más bonitos del país.
FJÄLLBACKA (SUECIA)
A unos 140 kilómetros al norte de Gotemburgo, Fjällbacka es un idílico pueblo costero, con sus calles adoquinadas, sus casitas rojas de pescadores, su marisco de excelente reputación y, sobre todo, el lugar más novelesco de toda Suecia. Es en este lugar donde se ambientan los libros de Camilla Läckberg, la escritora de mayor éxito del país y una de las más cotizadas figuras literarias de Europa, el mismo en el que ella nació y se crió.
LAUTERBRUNNEN (SUIZA)
Entre paredes rocosas y altos picos de montaña, el pueblo que da nombre al valle Lauterbrunnen es punto de partida a los destinos de excursiones más populares de la región del Jungfrau. Es uno de los valles en U más impresionantes de los Alpes, además de una de las reservas más grandes de Suiza, con 72 cataratas impresionantes así como rincones acogedores, prados alpinos colorados y románticas posadas de montaña.
OBIDOS (PORTUGAL)
Obidos es uno de los rincones más evocadores de la Estremadura portuguesa, una antigua ciudad fortificada que domina un inmenso paisaje de lomas y hondonadas vigilando el litoral. Sus murallas protectoras, sus casas blancas y sus calles estrechas y sinuosas que se prolongan con escaleras, arocos, pasadizos y puertas ojivales evocan el ambiente cortesano de antaño. Entre sus lugares imprescindibles: el castillo medieval, la plaza de Santa María –que ejerce de centro de la ciudad y donde se levanta la iglesia de Santa María-, el Museu Municipal y, extramuros, el santuario do Senhor da Pedra.
RIBE (DINAMARCA)
Pasear por las calles de la ciudad más antigua de Dinamarca es ir descubriendo sus casas maravillosamente bien conservadas, sus monasterios de época medieval, su museo vikingo y su impresionante catedral, a cuya torre de los Plebeyos hay que subir para admirar las mejores vistas del casco antiguo y sus alrededores.
OIA (GRECIA)
Al borde casi del acantilado, Oia, en la isla de Santorini, es un pueblo de postal. Uno de los más bellos del Mediterráneo entero, famoso en buen parte gracias a sus despampanantes puestas de sol.
CESKY KRUMLOV (REPÚBLICA CHECA)
Caminando por sus estrechas y larínticas callejuelas de esta ciudad se tiene la sensación de haber sido trasladado de repente a otro siglo, ya que conserva conserva su carácter medieval y renacentista, además de una tranquilidad única. La ciudad Vieja, dentro del meandro que forma el río Moldava; el barrio Latrán y el castillo son sus grandes puntos de interés. Desde 1992, el casco histórico y el complejo del castillo y del palacio están inscritos en la lista del Patrimonio de la Humanidad.
ROVINJ (CROACIA)
Está considerada una de las ciudades más hermosas de la costa croata por los bellísimos paisajes que la rodean. Lo que hace única a esta ciudad son sus 67 km de costa, 2.289 haectáreas de superficie verde protegida, 14 islas, islotes y peñones y su magnífico núcleo histórico.
SANDOMIERZ (POLONIA)
Como en muchas otras ciudades polacas la vida en Sandomierz, una pequeña ciudad de 25.000 habitantes a orillas del río Vístula, se concentra en la Plaza del Mercado, donde se levanta el edificio del Ayuntamiento. Su bonito centro histórico da testimonio de la riqueza de esta ciudad que en el siglo XII era una de las más importantes del reino polaco junto a Cracovia y Breslavia al encontrarse en una importante ruta comercial desde Europa hacia oriente.
SIGHISOARA (RUMANÍA)
Cuna y principado del legendario Vlad Tepes, el mismo que inspiró el personaje de Drácula, Sighisoara es una apacible y bella ciudadela medieval de calles empedradas de Transilvania que Bram Stocker convirtió en reclamo turístico.
SZENTENDRE (HUNGRÍA)
Tejados y fachadas pintadas de diferentes colores, encantadoras tiendecitas de souvenirs, cuidadas cafeterías y calles y plazas adoquinadas decoran esta pequeña y encantadora ciudad de artistas a orillas del Danubio. Budapest, solo queda a 10 kilómetros, por lo que es un destino perfecto para una excursión de día.