Las cinco ciudades amuralladas más bonitas del mundo para vivir
La croata Dubrovnik, la colombiana Cartagena de Indias. También Jerusalén, Carcassone, en Francia, y, en España, Ávila, figuran en el listado elaborado por la prestigiosa cadena británica de noticias BBC.
DUBROVNIK
La antigua Ragusa romana es hoy una ciudad del todo imprescindible de la costa mediterránea. Dentro de sus poderosas murallas se palpa el poso de una historia de más de mil años que la ha adornado con palacios, cúpulas, conventos y callejas con mucho sabor que, tras una minuciosa restauración, vuelven a lucir en todo su esplendor. Hoy atrae a aquellos que van en busca de los escenarios de rodaje de Juego de Tronos.
ÁVILA
La ciudad de los Caballeros, la cuna de Santa Teresa es universalmente conocida por su muralla y sus iglesias románica. De día, con sus calles de sabor medieval, o de noche, epléndidamente iluminada, no hay mejor vista de lo que encierran sus 2,5 kilómetros de cincho amurallado que desde su adarve, que puede recorrerse en una gran parte.
CARTAGENA DE INDIAS
Cercada por una muralla que aquí llaman el “corralito de piedra” y la protegía antaño de los ataques de los piratas que rondaban este próspero enclave comercial. Por él pasaban todas las riquezas que venían de las montañas, y que darían origen a una inusitada profusión de palacios e iglesias, de murallas y fortalezas que se descubren en un paseo de plaza en plaza. La que es una de las grandes joyas de la arquitectura colonial hispanoamericana y un destino turístico de primer orden en el Caribe colombiano es también es el lugar donde se desarrolla la historia de El amor en los tiempos del cólera que imaginó García Márquez.
CARCASSONE
Cuando uno llega a Carcassone la que hay que buscar es la de arriba, la Cité. Impresiona desde cualquier flanco por el que uno se acerque a ese doble anillo de murallas, con 18 torres en el interior y 26 en el exterior, que protege su casco antiguo. El recorrido debe comenzar en la Puerta de Narbona, flanqueada por dos torres gemelas con rastrillo y puente levadizo y continuar por su cuidado laberinto de casas medievales, entre las que no faltan los cafés, restaurantes y tiendas de recuerdos.
JERUSALÉN
Jerusalén para los cristianos, Yerushalayim o Al-Quds para los árabes; para todos es santa esta ciudad, por cuyos barrios se superponen y enredan los rastros de las principales religiones monoteístas del mundo.