1. CATEDRAL DE SAN SALVADOR DE OVIEDO
Es aquí donde arranca el primer Camino conocido, el Primitivo, aquel que tomó Alfonso II el Casto en el siglo IX para visitar la recién descubierta tumba del Apóstol Santiago. Esta catedral puesta al día está repleta de puntos de interés para entretenerse una o mil horas, aunque ninguna como la Cámara Santa, su gran joya, donde se custodian algunas de las reliquias más importantes de la cristiandad, entre ellas el Santo Sudario que envolvió el rostro de Cristo.

2. MURALLA DE LUGO
Esta auténtica obra de romanos hecha de pizarra, cantos rodados y tierra de más de dos kilómetros de longitud que protege la ciudad de Lugo es la misma que cruzó aquel rey apodado El Casto y que hoy es Patrimonio de la Humanidad. Pasear por su adarve es la mejor manera de ver toda la ciudad para hacerse una idea de su antiguo esplendor. La huella jacobea se encuentra en la Puerta de Santiago, una de las más antiguas, que muestra la imagen ecuestre del apóstol.

3. PUENTE COLGANTE DE PORTUGALETE
Más al norte que el Primitivo, el Camino Costero recorre la cornisa cantábrica desde Irún a Santiago, un itinerario íntimamente ligado al mar que pasa por este puente, el primero transbordador del mundo y el símbolo más representativo del empuje económico e industrial de Vizcaya del siglo XIX al XX, además de su imagen de marca hasta que llegó el Guggenheim.

4. CASTRO URDIALES
Castro Urdiales es la primera parada en el Camino Costero en Cantabria, con un montón de alicientes, desde su paseo marítimo a su puerto de pescadores, su castillo-faro, los soportales de la plaza del Ayuntamiento o el puente medieval.

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5. PENÍNSULA DE LA MAGDALENA
Otra de las paradas del Camino Costero es esta península que brinda uno de los paisajes más bonitos de la costa española. Hasta ella hay que llegar para caminar por sus bosques, coronar el palacio que la preside, admirar la réplica de los tres galeones que llevó Orellana al descubrimiento del Amazonas, contemplar sus animales marinos al borde del mar, pasear por su playa y hasta subirse en el tren que recorre todo su perímetro.

6. AVILÉS
A 25 de Gijón -también parada imprescindible en el Camino Costero-, y más o menos a lo mismo de Oviedo, Avilés anima a un paseo por su casco histórico en el que salen al paso palacios como el de Camposagrado, casas nobles –Valdecarzana-, iglesias -San Nicolás de Bari-, la plaza de España, las calles de la Ferrería, Galiana y del Rivero…, pero, sobre todo, a conocer, en el entorno de la ría, su obra moderna más emblemática, el Centro Niemeyer, un proyecto cultural que ha traído a la ciudad nuevos aires.

7. CATEDRAL DE MONDOÑEDO
Ya en el tramo lucense del Camino Costero, el que es símbolo de la localidad natal del genial Álvaro Cunqueiro, uno de los escritores gallegos más prolíficos, bien merece detenerse en ella para admirar sus tesoros: las pinturas murales del siglo XV, el claustro y, sobre todo, el completo museo de arte sacro, uno de los más importantes de España, como merece esta ciudad episcopal que fue una de las siete capitales del Reino de Galicia.

8. SANTO TORIBIO DE LIÉBANA
De San Vicente de la Barquera a Santo Toribio de Liébana parte el tercero de los caminos del Norte en la lista de la Unesco, es el llamado Camino de Liébana. Un pequeño ramal que lleva hasta este monasterio próximo a Potes convertido en un importante centro de peregrinación por albergar la reliquia del Lignum Crucis, el mayor fragmento conservado de la Cruz de Cristo, traído desde Tierra Santa por el obispo Toribio de Astorga.

9. VITORIA
El cuarto de los nuevos Caminos de Santiago del Norte Patrimonio Mundial, el Vasco-Riojano, pasa por esta ciudad que presume de ser una de la de mayor calidad de vida y de las más verdes de Europa. Además de la singular visita a las obras de restauración de su catedral de Santa María, el casco viejo y las plazas de la Virgen Blanca, de España y los Arquillos una vez en ella hay que reservarse un tiempo también para el txikiteo o para pasear por su romántico parque de la Florida.

10. HARO
Antes de llegar a Santo Domingo de la Calzada, donde el Camino Vasco Riojano que parte de Irún enlaza con el Camino Francés, Haro tiene una parada. Una señorial villa junto a un meandro del río Ebro que está repleta de además de estar repleta de palacios e iglesias presume de ser la capital de una de las más famosos regiones vinícolas del mundo: La Rioja Alta.

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