Seguro que muchas veces has pensado en un fin de semana con amigas, salir, escapar de la rutina y volver con las pilas muy, pero que muy cargadas. Un plan así es mejor aún si el destino no queda lejos, para aprovechar las máximas horas posibles. Y el Algarve portugués lo es, su capital, Faro, queda a menos de una hora de Madrid en avión. Allí hay un montón de posibilidades. Os damos unos cuantos tips para que el fin de semana sea perfecto en una región con un clima privilegiado, un cielo muy azul, espectaculares acantilados, algunas de las playas más bellas de Europa y una animada vida nocturna ¿os apuntáis?
VIERNES
Lo ideal es coger un vuelo el viernes por la mañana y así aprovechar el día. En Faro hay muchas posibilidades de alojamiento de todos los precios, aunque nuestra recomendación es la Pousada de Estoi, un espectacular palacio del siglo XVIII pintado en tonos pastel donde sentirse como una reina en sus salones románticos y disfrutar de sus jardines de estilo francés, su terraza con espectaculares vistas o spa en algún momento del fin de semana.
Desde allí, bañador, toalla, gafas de sol y protección porque te proponemos visitar una isla desierta en el Parque Natural de Ría Formosa. A Ilha Deserta se accede en barco desde el muelle de Porta Nova, en Faro. Existen varias opciones para navegar hasta ella: un catamarán con un recorrido por la ría y parada en la isla (25 € adultos), o en lancha rápida privada que podéis alquilar para el grupo (desde 35 € por persona) o en ferry, con varias salidas a lo largo del día (10 € adultos y 5 € niños). El viaje merece la pena, por delante os esperan kilómetros de playa de arena blanca y tranquilidad, sol y un océano azul intenso en el punto más al sur de Portugal. A la hora de comer no hay problema, porque aunque la isla está totalmente deshabitada hay un restaurante, Estaminé (ilha-deserta.com), única estructura construida, donde disfrutar de la cocina algarvia y de sus preciosas vistas
Por la tarde será perfecta una visita al casco antiguo de Faro (Cidade Velha), una ciudad con mucho encanto. Uno de los accesos al núcleo central amurallado está pegado al puerto, donde os dejará la barca de vuelta de Ilha Deserta. Nada más entrar se descubre un taller artesanal de azulejos, en el que entrar para curiosear sus obras. Más adelante, la visita a la catedral depara una sorpresa: la ascensión a su torre campanario, desde cuyo mirador disfrutar de las vistas más espectaculares de la Ría Formosa. Al bajar es recomendable una visita al Museo Municipal de Faro, ubicado en el convento de Nuestra Señora de la Asunción, con un fantástico claustro del siglo XVI.
Después, paseando por sus bonitas calles estrechas adoquinadas, se llega a la plaza de la Catedral, rodeada de árboles frutales, donde picar algo en alguno de sus bares. Buenas opciones pueden ser O Castelo, con unas vistas magníficas, o la vinoteca Mezzanine (Rua de Sto. António, 58-60). Si preferís pasar por el hotel y luego salir a cenar una buena opción puede ser el restaurante Ría Formosa (Praça D. Francisco Gomes, 2) en el último piso del Hotel Faro, con una terraza panorámica con unas magníficas vistas, donde degustar la gastronomía del Algarve de la mano del chef Alberto Carvalho.
SÁBADO
¿Os apetece empezar el sábado con un ‘gastroplan’ en el que seréis auténticas protagonistas desde el principio? Pues esa es nuestra propuesta para comenzar el día.
Tertúlia Algarvia (tertulia-algarvia.pt) es un espacio ubicado en la Cidade Velha de Faro, en un edificio fantásticamente rehabilitado donde se promociona la cultura gastronómica y artística del Algarve. Tiene restaurante y además realizan además talleres gastronómicos para recuperar la tradición de la riquísima cocina en cataplana, el plato estrella de la zona. Podéis optar por varias posibilidades: ‘De la cocina a la mesa’, con un taller de cocina más posterior comida, o el más completo ‘Del mercado a la mesa’, donde comienza el día de compras en el mercado local para adquirir los ingredientes que después cocinaréis y comeréis. Las compras pueden hacerse además en el precioso mercado de Olhao, el mejor de todo el Algarve, construido sobre 88 estacas ganando terreno a la ría. Si sois ‘cocinillas’ disfrutaréis de una fantástica experiencia y además probaréis un plato estupendo elaborado con ingredientes de primera. Si no ha salido tan bien, difícil con la inestimable ayuda de un chef asesor, siempre queda la opción de pedir algo en el restaurante y, eso sí, habréis pasado una mañana muy divertida.
¿Habéis probado alguna vez un clinic de golf? Puede ser una buena opción para la tarde del sábado, porque si el Algarve es el paraíso del golf habrá que probarlo. No olvidéis un pantalón, polo y zapatillas deportivas, porque en los campos siempre hay un dress code que respetar. Aunque en el Algarve hay muchos donde elegir, optamos por Quinta do Lago (quintadolago.com/en) que está en una zona súper exclusiva y elegante, a 15 minutos de Faro, en Almancil; no solo es campo de golf si no un resort con hoteles, mansiones, restaurantes... digno de ver. Si no acertáis con la diminuta pelota, puede parecer mucho más diminuta ante el reto de golpearla, podréis compensar tomando un cóctel de tarde en alguno de los exclusivos restaurantes del complejo.
Un sábado no sería perfecto sin un final también perfecto, así que por qué no darse un capricho y rematar el día cenando en un restaurante con estrella Michelin como São Gabriel (sao-gabriel.com), en Almancil. En una pequeña casa de campo rodeada de árboles y con una terraza para cenar las noches de verano se degusta su exquisita cocina de la mano del chef Leonel Pereira. No es fácil elegir, así que os proponemos optar por los menús degustación, una auténtica exhibición de platos que homenajean a la tierra, donde será casi imposible decidir al final el que más te ha gustado.
Junto a él, hay otros restaurantes con estrella Michelin en el Algarve: Vila Joya (Albufeira) y Ocean (Armaço de Pêra), con dos estrellas, y Henrique Leis (Almancil / Vale Formoso) y Willies’s (Vilamoura) con una.
DOMINGO
El Agarve si de algo puede presumir es de playas, más de un centenar bañan sus costas, algunas consideradas entre las más bellas de Europa.
El municipio de Lagoa es un buen punto de partida para conocer algunas de ellas y hacer una ruta en barco para visitar sus espectaculares grutas y acantilados y bañarse en zonas de costa solo accesibles por mar y que son auténticas delicias. Es la zona conocida como el Algar Seco, cerca de Carvoeiro. En la playa de esta localidad se pueden alquilar estas barcas de madera, antes dedicadas a la pesca artesanal, para hacer un recorrido por hasta 15 grutas visitables, como la de Benagil, una de las más conocidas y espectaculares (precios entre 15 y 25 € por persona). El plan pefecto: llevar tu propio picnic y tomarlo en alguna de las playas solo accesibles en barca, como la de Pau. Eso sí, el tiempo debe acompañar porque si el mar está revuelto, por seguridad no será posible navegar y las barcas no saldrán.
Si tenéis mala suerte siempre hay un plan alternativo, desde el mismo pueblo de Carvoeiro podéis visitar las pasarelas de madera que recorren el litoral, aproximadamente 570 metros de pasarela elevada un metro por encima del suelo y llena de miradores desde donde contemplar los imponentes acantilados. Si os apetece hacer un descanso y tomar algo junto a las pasarelas tenéis la terraza Boneca Bar, que toma su nombre de una de las cuevas, una delicia por su ubicación, a la que podéis acceder desde la propia terraza.
Una vez en Lagoa hay muchas calas para disfrutar pero, sobre todo, no hay que perderse Praia da Marinha, una de las más emblemáticas del Algarve. Dicen de ella que está entre las más hermosas del mundo. Se accede desde una escalera a una zona de acantilados calizos que rodean al final la playa y el mar de aguas tan cristalinas que son perfectas para pasar un buen rato practicando snorkel.
A la hora de comer en Carvoeiro hay muchas opciones, ya que es una localidad bastante turística. Ferragudo, a solo 15 kilómetros, también cuenta con numerosos restaurantes donde los pescados y mariscos son la estrella de la carta. Elegid un restaurante con vistas al mar y dejaos aconsejar sobre el mejor pescado del día.
La última tarde del fin de semana reservadla para una actividad que será el broche perfecto ¿os apetece bailar con delfines? A pocos kilómetros de Albufeira, en la localidad de Guia se encuentra uno de los mejores parques temáticos de Portugal. Zoomarine (zoomarine.pt/es) es a la vez un acuario, un parque acuático, un zoo, y, sobre todo, un lugar único para interactuar con delfines. Por allí pasan cada año a jugar con sus delfines un montón de celebrities como Iker Casillas y Sara Carbonero o Cristiano Ronaldo y su familia. La experiencia puede hacerse en grupos reducidos (máximo 12 personas y desde 152 € por persona) y dura aproximadamente 90 minutos, aunque también es posible hacer una experiencia Premium solo para dos participantes (desde 782 €). Junto con un entrenador podréis bailar con los delfines, aprender sus comportamientos, su anatomía, nadar con ellos y sentirles muy de cerca.
Luego, de regreso al hotel, podéis optar por una cena en su restaurante o cerrar la jornada en Faro para despediros de un fin de semana entre amigas de esos que deberían de ser sagrados, al menos de vez en cuando.
GUÍA PRÁCTICA
¿CÓMO LLEGAR?
Desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre Air Nostrum vuela desde Madrid a Faro, capital del Algarve, desde 99,35 €, con salidas desde las 11:35 y llegada en menos de una hora. Vueling también opera desde Barcelona desde el 20 de junio al 12 de septiembre.
¿CÓMO MOVERSE?
Lo mejor es alquilar un coche, el Algarve tiene numerosas posibilidades y un coche os hará poder moveros a vuestro antojo por sus 200 kilómetros de costa. En Faro hay aeropuerto internacional con lo que no tendréis ningún problema en alquilar.
¿DÓNDE DORMIR?
Si decidís quedaros en la zona de Faro la Pousada de Estoi (pestana.com/pt/hotel/pousada-estoi) es una delicia y aunque está a unos 20 minutos del centro de Faro merece la pena por su tranquilidad, sus vistas y sus preciosos jardines. Si preferís alojaros en el centro de la ciudad por comodidad, una buena opción puede ser el hotel Faro, un cuatro estrellas a solo 7 kilómetros del aeropuerto. También en el centro, el hotel Eva, con vistas al mar.