Una escapada a Budapest, la atrevida capital del Danubio

Desde cenar en un restaurante flotante a un paseo por la exclusiva de Avenida Andrássy o un baño en sus aristócraticos balnearios. Te desvelamos los imprescindibles en tu primera visita a la ciudad húngara.

by Manuel Mateo Pérez

Las aguas del Danubio, el río que en palabras de Claudio Magris nos permite comprender Europa de oeste a este, discurre ancho y caudaloso a su paso por Budapest. Enclavada en el centro geográfico de Hungría, en un territorio en otro tiempo imperial y cuya tierra ha sido protagonista de episodios fundamentales –en su mayoría trágicos– de la historia del siglo pasado, la capital del país es hoy sinónimo de modernidad, atrevimiento y cosmopolitismo.

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Su excelso pasado patrimonial se halla en Buda, en la orilla donde se encrespan las colinas y las montañas. El Palacio Real, cuyas dependencias son hoy museos y centros de arte, es un edificio horizontal y mayúsculo que domina la ciudad. A un lado se extienden las calles en otro tiempo medievales del barrio Tabán. Hoy, en aquellas casas señoriales que acogieron a las familias más pudientes de la capital abren sus puertas restaurantes de cocina sofisticada.

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El campanario gótico de la iglesia de San Matías preside el conjunto monumental y a su lado se halla el Bastión de los Pescadores, una construcción ecléctica que domina la ciudad, un mirador único desde donde es posible comprender la grandiosidad de la capital húngara. Hay un funicular que salva la altura entre las orillas del río y las colinas. Es uno de esos recuerdos románticos que aún conmueven en esta ciudad poética, famosa por su centenar de balnearios, uno de los más famosos el Gellert y cuyas piscinas guardan la memoria de su pasado aristocrático.

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A la caída de la tarde los barcos surcan las aguas del Danubio. Son restaurantes flotantes desde cuyas cubiertas resulta inolvidable ver atardecer. Nueve puentes salvan las dos orillas, el más famoso de todos el de las Cadenas. Cuando la noche cae, en las orillas de Pest, sobresale el colosal Parlamento, uno de los monumentos que simbolizan la grandeza pasada de Hungría. Es visitable y en su crucero se guardan la corona, la espada y el orbe de San Esteban, rey del país en la primera mitad del siglo XI.

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Buda es la parte de la ciudad que atesora la memoria y la evocación y Pest la modernidad y la cotidianeidad de los días. Es la orilla de las grandes avenidas, del bullicio, de la animación, el comercio y los grandes fastos. En Pest el día parece no tener descanso, en especial en los denominados ‘bares ruina’, original denominación que hace referencia a locales juveniles ubicados en viviendas abandonadas y milagrosamente en pie. Es en Pest, además, donde abre sus puertas la segunda sinagoga más grande del mundo, donde se alzan los casi setenta metros de una noria desde cuyas cabinas es fácil ubicar los distintos barrios de la capital, y el Mercado Central que es el templo de los amantes del buen comer (no conviene salir de él sin adquirir el famoso foie de ganso, los quesos, las sabrosas cerezas negras y los pimientos en todos los colores imaginables.

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Pero dejemos para nuestras últimas horas la Avenida Andrássy, declarada Patrimonio Mundial por la Unesco, que une la plaza de Isabel con la plaza de los Héroes. Hay que pasearla a pie, despacio y atento a la síntesis de estilos que se citan en ella. Allí está la ópera donde triunfó Franz Liszt y las más exclusivas firmas, las joyerías, comercios de diseño, las librerías al lado de delicadas cafeterías… Todo en ella es lujo, brillo y delicadeza.

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GUÍA PRACTICA

CÓMO LLEGAR
Este verano 2015 Iberia (iberia.es) mantiene seis vuelos diarios a la semana hasta finales de octubre desde Madrid, Barcelona y otras ciudades españolas con Budapest.

CÓMO MOVERSE
La tarjeta turística Budapest Card (budapest-card.com) es perfecta para visitas intensivas. Lo último en tours urbanos es el anfibio Riverride (riverride.hu), que sale de Roosevelt tér 7-8.

DÓNDE DORMIR
Los clásicos del Budapest Fin de Siècle, como el hipnótico Four Seasons Budapest (fourseasons.com/budapest/) o el New York Boscolo (budapest.boscolohotels.com/), prometen una experiencia imperial. Más asequibles, el Iberostar Grand Hotel Budapest (iberostar.com), o los modernos Soho Hotel (sohoboutiquehotel.com) y Lánchíd 19 (lanchid19hotel.hu), que cambia de color. En el NH Budapest (nh-hotels.com) hablan español.

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DÓNDE COMER
El DiVino Borbar (divinoborbar.hu/) se suma a los wine bars de la zona de la Basílica. Bagolyvar Ettérem (bagolyvar.com) resulta el summun de la cocina tradicional: se instala en un edificio transilvano de 1920 y lo atienden solo mujeres.

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