Cinco planes para vivir en La Gomera un sueño mágico
El tópico de que el tiempo se detiene es lo más cercano a la realidad que podría imaginar cualquier escritor de ciencia ficción. Un paraíso perdido, con bosques que existen desde que el mundo es mundo, profundidades marinas por las que navegaría el Nautilus y, en tierra, gente con costumbres ancestrales que no conocen la prisa. Aquí van unas propuestas de aproximación a esta isla canaria.
DE LA JUNGLA A LAS PROFUNDIDADES DEL MAR
Descender desde las cumbres del tupido bosque de laurisilva, en el Parque Nacional de Garajonay, envuelto en un mar de nubes y una orquesta de ruidos de animales únicos en el mundo hasta la costa rocosa e imprevisible en La Gomera es una experiencia que te devuelve a lo más primitivo de la naturaleza. Una vez en el nivel del mar, podrás descubrir los tesoros de su fondo marino. El centro turístico Casa Diversa (casadiversa.com) organiza expediciones e inmersiones para explorar la naturaleza de la isla.
POR LOS MARES DEL SUR
Desde el mar, la perspectiva también quita el hipo. Los acantilados de Alajeró, en el sur de la isla, muestran el poder que ejerce la naturaleza prehistórica en esta isla origen volcánico que, sin embargo, no conoce erupción desde hace 2 millones de años. Una travesía en la pequeña embarcación Speedy Adventure (speedy-gomera.com) ofrece la oportunidad de avistar calderones tropicales o grupos de delfines, entrar en una cueva horadada por la fuerza del mar durante miles de años y con suerte, dejarse sorprender por el águila pescadora, un ave en peligro de extinción.
PLAYAS NEGRAS DE AGUAS CRISTALINAS
A lo largo de los casi 100 kilómetros de litoral de La Gomera se suceden los paisajes cambiantes que ha modelado el agua y el tiempo: decenas de calas, espectaculares acantilados, playas de arena negra o callao y aguas cristalinas. La playa de San Sebastián, con su aire volcánico, o la playa del Inglés, enclavada en un paraje rústico y aislado, son excepcionales para el baño y la perfecta indolencia. Llevarse un libro y olvidarse el reloj es lo más aconsejable. El sol dictará la agenda.
VISTAS AL EDÉN
Hay muchos miradores desde los que contemplar lo que la naturaleza y el hombre han creado aquí desde el principio de los tiempos, pero si además es obra de César Manrique, la parada es obligada. El mirador del Palmarejo permite la plena admiración desde una atalaya del Valle Gran Rey, con los bancales escalonando las pendientes, los caseríos trepando por las laderas y las palmeras largas y cautivadoras: un paraíso que se deja domesticar.
VIAJE AL PASADO RURAL
Gastronomía local, senderos con historia, artesanas loceras, el silbo gomero... En Valle Gran Rey, puro sueño de paz blanco, puedes conocer en profundidad la historia de la isla con las visitas guiadas que ofrecen empresas como Timah o Gomera Activa. Una caminata por la Fortaleza de Chipude te descubrirá uno de lugares más místicos de la isla, centro ceremonial de la antigua religión aborigen. Y en el Centro de Interpretación de Las Loceras podrás apreciar diferentes piezas de artesanía y conocer el taller de una artesana. Un baño de historia y tradición con el que entenderás por qué la llaman la isla mágica.
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Turismo de La Gomera