A las maravillosas islas Maldivas nos desplazamos para llegar hasta este hotel situado en la isla de Lankanfushi con unos espectaculares fondos marinos y unas cuantas villas flotando sobre las aguas en las que olvidarse del mundo. El Gili Lankanfushi (gili-lankanfushi.com) es un establecimiento de lujo con todas las comodidades con las que podemos soñar. Villas privadas, vistas al azul infinito, piscinas, spas, restaurantes de comida ecológica, y un montón de actividades entre las que, por supuesto, está el buceo (cuentan con un centro de buceo a 10 minutos en barca desde el complejo), windsurf, yoga…
Maldivas es el lugar perfecto para aunar el lujo del silencio con los paisajes vírgenes y la privacidad. Sol, mar y fondos que atraen a los buceadores de medio mundo y en los que te recomendamos:
- Descalzarte nada más llegar y sentir la arena finísima de la playa
- Desconectar, nada de noticias en este paraíso a 10 horas de la oficina
- Hacer una cena romántica, si vas en pareja claro, en mitad de la playa
- Hacer snorkel, jugar con los peces de colores y disfrutar del paso de la famosa manta a tu lado
- Navegar en un dhoni, un pequeño velero de madera que usan los pescadores maldivos y en el que te puedes trasladar a visitar alguna que otra isla
- Saborear un buen libro y la mejor compañía, la que se haya elegido para ir hasta este paraíso
El hotel se ubica en una isla privada.
Cabañas sobre el agua que invitan a relajarse.
Un paraíso de finísima arena blanca.
Suite de una de las villas.
Jardín orgánico en el que se abastecen de productos los restaurantes del hotel.
El escenario perfecto para navegar en un pequeño dhoni.
Una copa de vino en la playa a la luz de las velas, elegido entre las más de 500 referencias de su selecta bodega subterránea.
Una cabaña circular rodeada del océano donde tomar una copa.
Para los amantes del cine, uno muy especial al aire libre.
Una romántica cena a la luz de las velas y junto a la playa es toda una experiencia.
