Diez lagos muy espectaculares del mundo
Lagos de ensueño en medio del desierto, otros de aguas eternamente calientes. Los hay de colores, de agua salada, glaciares, ubicados en el interior de un cráter. Nos damos una vuelta al mundo retratando algunos de los más mágicos del planeta.
LAGO PEYTO, CANADÁ
Este lago de aguas turquesas del estado de Alberta es una de las estrellas del Parque Nacional Banff, en las Montañas Rocosas canadienses. Un lago glaciar cuyo color casi inverosímil es el resultado de la erosión del agua sobre las rocas, volcando al lago unas partículas que le confieren un matiz casi brillante.
LAGUNA COLORADA, BOLIVIA
Enclavada en el altiplano boliviano, dentro de la Reserva Nacional Eduardo Abaroa, esta laguna rica en minerales, cuyo nombre se debe a los sedimentos del color rojo y pigmentos de algunos tipos de algas que se esconden bajo sus aguas, es un lugar de cría para los flamencos andinos, unas aves migratorias que aquí se cuentan por miles.
LAGO MONO, EE UU
Lo que hace diferente al lago Mono, en el estado de California, es su hiper salinidad. Formado hace unos 760.000 años por la erupción de la caldera de Long Valley, sus condiciones geológicas producen un asombroso ecosistema y un extraño paisaje donde lo más llamativo son las columnas de toba calcárea que emergen del agua.
PLITVICE, CROACIA
Los dieciséis lagos del parque nacional de Plitvice, el más antiguo del país, crean en la frontera con Bosnia-Herzegovina un collar de aguas de intenso cromatismo gracias a la abundancia de minerales del terreno calizo sobre el que discurre el río Korana. Los lagos están conectados a través de un centenar de cascadas tan hermosas como únicas por las que se puede cruzar sobre pasarelas de madera.
LAGO SALADO DEL SALAR DE UYUNI, BOLIVIA
Este lugar a 200 kilómetros de la ciudad de Potosí lleva muy a gala ser el desierto de sal más extenso y más alto del planeta, con sus 3.600 metros por encima del nivel del mar. Durante su época de lluvias las aguas que cubren su corteza blanca se convierten en una laguna que más parece un espejo.
CRATER LAKE, EE UU
En el estado de Oregón, el lago que da nombre al Parque Nacional en el que se enclava, es un lugar de inspiración. No hay otro lugar en la tierra que reúna en un mismo lago, profundidad, pureza y un color azul único; escarpados acantilados que rodean casi dos mil metros de altura, dos pintorescas islas y un pasado volcánico violento, no en vano llena una caldera formada hace unos siete mil años por el hundimiento del volcán Mazama.
LAGO DE LAS MEDUSAS (ISLAS PALAOS)
Situado en una isla deshabitada de roca de la costa de Koror, en las islas Palaos, el lago de las Medusas es uno de los 70 lagos de agua salada en este archipiélago del Pacífico Sur que una vez estaban conectados con el océano, pero ahora se ven alejados. Declarado Patrimonio de la Humanidad, es el escenario perfecto para una explosión de medusas, entre las que se puede bucear sin peligro y que algunos especulan quedaron atrapadas en el lago hace 12.000 años después de un aumento del nivel del mar.
LAGOS DE COVADONGA, ASTURIAS
Desde la explanada de la basílica de Covadonga, una carretera que salva increíbles desniveles y abruptos precipicios permite llegar hasta los lagos de Enol y de Ercina, en el Parque Nacional de los Picos de Europa. Están situados a unos 1.000 metros de altitud, y son los más conocidos del pequeño conjunto de lagunas que se localizan en este entorno de agua y pastos.
MYVATN, ISLANDIA
Alimentado por fuentes subterráneas y en el norte de la isla, el lago Myvatn (o de las moscas enanas) es un lugar único desde el punto de vista geológico, ya que está situado en un área muy apreciada por vulcanólogos de todo el mundo –a sus orillas se encuentran numerosas formaciones volcánicas-, y también por ornitólogos, por ser un lugar de cruce de grandes rutas migratorias de aves.
TITICACA, PERÚ Y BOLIVIA
En la cordillera de los Andes, a 3.800 metros por encima del nivel del mar, lo que le convierte en el lago navegable más alto del mundo, el lago Titicaca puede presumir además de ser la cuna de una civilización, la pre-inca de los uros, quienes tomaron asiento en sus aguas construyendo islas artificiales hechas de la planta que aún hoy puebla el lago, la totora. Los uros mantienen todavía hoy muchas de sus costumbres casi intactas.