Cinco aventuras únicas (más o menos atrevidas) para vivir en Egipto
En el desierto, en el Nilo, en las aguas del Mar Rojo, en el monte Sinaí o en globo sobre los templos faraónicos. ¿Qué experiencia estarías dispuesto a realizar?
VOLAR EN GLOBO SOBRE EL LUXOR FARAÓNICO
La experiencia comienza en la ribera occidental del Nilo, a las afueras de Luxor, un viaje por los aires a 300 metros de altura donde el viento será el único que decida si lo que se atisba desde lo alto son los colosos de Memnon y el templo de Habu, la necrópolis faraónica del Valle de los Reyes o el templo de la poderosa Hatsepsut. Compañías como Magic Horizon (visitluxorinhotairballoon.com) ofrecen al amanecer sus vuelos que suelen durar unos 45 minutos.
SURCAR LAS AGUAS DEL NILO EN UN BARCO DE LUJO
No hay viaje a Egipto que no incluya surcar las aguas del “padre de todos los ríos” recalando en los templos faraónicos que se asoman a sus aguas. Más allá de las dahabeyas, esos barcos de vela que utilizaban para sus desplazamientos reyes y aristócratas en el siglo XIX, o de otras embarcaciones más convencionales, para sibaritas nada como recorrer los poco más de 200 kilómetros entre Asuán y Luxor en un barco de lujo como el Farah. Entre sus detalles, las sábanas de algodón egipcio artesanales, los muebles de madera natural y la equipación de sus camarotes y suites, clases de cocina a bordo, carta de almohadas, telescopio en la terraza, sauna y gimnasio… Viajes Alazul (viajesalazul.com) ofrece esta experiencia combinando cuatro días de crucero en el barco y tres en El Cairo desde 710 € (no incluye vuelos).
VIVIR UNA EXPERIENCIA ESPIRITUAL EN EL SINAÍ
Desde hace casi 1500 años, el monasterio fortaleza de Santa Catalina, a unos pocos kilómetros de Sharm el-Sheij, la ciudad balneario del Mar Rojo, vigila los accesos al Jebel Musa, el monte Sinaí, donde, según la tradición bíblica, le fueron entregadas a Moisés las Tablas de la Ley con los Diez Mandamientos. Una impresionante escalinata tallada en la roca conduce desde el monasterio, ocupado por monjes ortodoxos, a la cima más alta de este paisaje desértico que atrae cada amanecer a numerosos grupos cristianos que suben hasta él para entonar cantos y orar en medio de la nada.
BUCEAR EN EL MAR ROJO
Las aguas del mar Rojo esconden arrecifes con más de 400 tipos de coral, barcos hundidos, cuevas y tal abundancia y variedad de fauna marina que la sensación de penetrar en sus aguas es la de sumergirse en un mundo fabuloso, lleno de vida y color. No extraña por tanto que se hayan convertido en meca de buceadores de todo el planeta. Para los que quieran probar la experiencia lo mejor será optar por instalarse en algún hotel de Hurghada o Sharm el-Sheij, como los que tienen las cadenas Four Seasons o Sonesta, para hacer excursiones, disfrutar de sus playas y, de paso, hacer submarismo. O, para expertos, apuntarse a un crucero en los que cada día se navega hacia una zona de inmersión diferente.
ACAMPAR EN LAS DUNAS DEL DESIERTO
Tiene mucho de aventura esta experiencia, porque pasar la noche en silencio bajo el cielo estrellado junto a las dunas del desierto Occidental después de haber sido testigo de los sorprendentes colores que se despliegan en la puesta de sol, así lo es. Pero no es la única de las que se pueden disfrutar en los paisajes desérticos de Egipto. También la de conducir en quad por la arena, hacer un safari, cabalgar en camello y hasta practicar surf sobre las dunas de Al Kataniah cerca de El Cairo. La agencia Sunt (suntviajes.com), especializada en viajes a este país ofrece viajes a medida para disfrutar de estas aventuras.