Una ruta en coche de pueblo en pueblo por la Alpujarra
Bajo las montañas más altas de Españas y cerca de la Alhambra de Granada, se esconde un paisaje de inspiración para descubrir con calma. Ponemos rumbo a él para proponerte un recorrido por los pueblos blancos y escondidos de este territorio de carreteras serpenteantes, precipicios de vértigo y sorpresas miles.
Las crónicas más antiguas cuentan cómo los poetas árabes de finales del siglo XV lloraron sobre sus versos la pérdida de Granada. Culminada la conquista, derrotado el reino nazarí, los perdedores fueron recluidos en las Alpujarras, a espaldas de la nueva Alhambra cristiana. Boabdil, el último rey de Granada, llegó exiliado a esta solana escarpada y rugosa atado a sus costumbres y a su cultura, a su peculiar y refinado sentido de la vida y las artes. Sus súbditos acomodaron sus viviendas en imposibles pendientes, sembraron los campos de exóticos árboles frutales y canalizaron las lomas y los cerros con canales y acequias que aún sacian la sed de huertas y paratas. Las Alpujarras son la herencia directa de aquellas otras que cautivaron a los viajeros románticos del XIX, un territorio literario y místico a un escalón del Mediterráneo, elegido por decenas de poetas y escritores que hallaron en sus pequeños pueblos, blancos como copos de nieve, la inspiración necesaria para edificar su obra.
LANJARÓN
Es la puerta de entrada de la Alpujarra granadina, una villa aristocrática, de calles anchas y arboladas, donde aún manan las cinco fuentes que alimentan su romántico balneario.
ÓRGIVA
Una carretera serpenteante conduce a Órgiva, capital de la Alpujarra baja, arracimada a orillas del río Guadalfeo que en primavera baja desbordante de agua debido a los deshielos de la sierra. Órgiva es un pueblo fácil de distinguir kilómetros antes de llegar a él gracias a las torres gemelas de la grácil y altiva iglesia de Nuestra Señora de la Expectación. De aquí parten los caminos que trepan hasta la Alpujarra alta, hasta los pueblos escondidos entre valles cerrados, cortantes desfiladeros, circos de origen glacial y precipicios que convocan al vértigo. Con la subida las carreteras se encrespan, se vuelven rebeldes, indisciplinadas y ariscas.
CÁÑAR Y SOPORTÚJAR
Cáñar es el primer pueblo donde se advierte que la arquitectura es otra. Kilómetros más arriba aguarda Soportújar donde los vecinos conviven desde hace años con los visitantes que muy regularmente acuden al centro budista O Sel Ling en busca de silencio, meditación y sosiego.
BARRANCO DEL POQUEIRA
Al final del camino se distinguen las formas angulosas del barranco del Poqueira que es como un país en miniatura donde todo parece guardar un orden, una proporción, una perfecta armonía. Recostado sobre la ladera reposa el pueblo de Pampaneira. Hay un letrero hecho en azulejos a la entrada del pueblo que dice: “Viajero, quédate a vivir con nosotros”. Los pueblos de la Alpujarra comparten un mismo modelo urbanístico y arquitectónicos. Las calles son estrechas y empinadas, las plazas asimétricas y las casas están aterrazadas. El techo de la primera sirve de sostén a la que se alza por encima. Los terraos están cubiertos de launas, piedras de pizarra que soportan a su vez el peso de unas peculiares chimeneas coronadas por dos lajas. El barranco del Poqueira es un territorio quebradizo, vertical, asolado por los vientos que descienden de Sierra Nevada. Por encima de Pampaneira se hallan Bubión y Capileria, de donde parten los altos caminos que conducen hasta el Veleta y el Mulhacén, las montañas más altas de la Península Ibérica.
TRÉVELEZ
En la Alpujarra las carreteras son hilos curvos esparcidos entre las altas montañas. Pitres y Pórtugos conservan algunas de las más llamativas muestras de arquitectura vernácula y Trevélez se encarama a las faldas del Mulhacén, a casi mil quinientos metros de altura, allí donde los ríos son rápidos que por primavera descienden sin freno alguno. Trevélez es el pueblo más alto de España, posee tres barrios, Alto, Medio y Bajo, y en el primero de todos abren sus puertas los secaderos de jamón que curan al viento de la sierra miles de piezas de exquisito cerdo.
VÁLOR Y YEGEN
Válor está ligada a la memoria de la rebeldía morisca y Yegen a uno de los libros más bellos escritos sobre estas tierras. Su autor fue Gerald Brenan, uno de los más reconocidos hispanistas de todos los tiempos. Llegó joven y vivió entre los alpujarreños el tiempo suficiente para alentar el retrato literario de estos lugares. “Al sur de Granada” es una declaración de amor a las Alpujarras, un testamento poético construido con la mirada, la memoria y los caminos que separan Granada del Mediterráneo.
NO DEJES DE… Visitar el blanco caserío de Mecina Bombarón, a más de 1.250 metros de altitud y circundado por caudalosos arroyos; Ohanes, una villa de calles empinadas y pasado mudéjar, y, a 5 kilómetros de ésta, el santuario de Trices, con unas espectaculares vistas del entorno. También, conocer cómo se elaboran las típicas jarapas alpujarreñas en el taller de Hilacar [jarapahilacar.com], en Bubión, que ha recuperado esta tradición artesanal tan arraigada en la zona, y donde incluso es posible apuntarse a un curso personalizado para aprender a tejer una jarapa y después llevársela a casa.
GUÍA PRÁCTICA
DÓNDE DORMIR
Alquería de Morayma [Cádiar, alqueriamorayma.com]. Finca agroforestal de 40 hectáreas que ofrece alojamiento en una cortijada formada por casas, transformadas en apartamentos rurales y habitaciones de hotel diseminadas.
Cortijo Prado Toro [Pitres, pradotoro.es]. Cortijo de construcción reciente que guarda rigurosamente el estilo alpujarreño de piedra y madera. Estudios, casas y apartamentos decorados con sencillez.
Balneario de Lanjarón [Lanjarón, balneariodelanjaron.com]. Abierto en 2012, garantiza bienestar y relajación por sus tratamientos termales y su idílica ubicación.
Alcazaba de Busquistar [Busquistar, hotelalcazaba.es]. Complejo apartahotel de cuatro estrellas en la línea de los pueblos de la Alpujarra. Habitaciones acogedores de aire rústico.
DÓNDE COMER
Alcadima [Lanjarón, alcadima.com]. Platos típicos de la región, herencia de una tradición andalusí centenaria, a la que se suman originales platos de autor. Restaurante de hotel.
El Corral del Castaño [Capileira, tel. 958 76 34 14]. Cocina de autor, mediterránea y platos de la zona.
El Rincón de Yegen [Yegen, elrincondeyegen.com]. Platos tradicionales y especialidades de las Alpujarras.