Diez joyas maravillosas de África en imágenes

Una maravilla es algo extraordinario que nos sorprende y fascina. Pues imagínate una colección de ¡10! Naturales o creadas por la mano del hombre y legadas a lo largo de los siglos, ponemos rumbo al continente africano para retratarlas y mostrártelas en forma de galería de imágenes.

by hola.com
EL LEGADO FARAÓNICO
A las afueras de El Cairo, sobre las arenas del desierto, la necrópolis de Gizeh se adorna con las pirámides más perfectas de Kéops, Kefrén y Micerinos, construidas durante la IV dinastía del Antiguo Egipto por los Reyes que les dan nombre. Su embrujo es el señuelo con el que comenzar a paladear el fabuloso entramado de vestigios faraónicos que el Nilo va tejiendo a lo largo de su cauce. 
CATARATAS VICTORIA (ZAMBIA Y ZIMBABUE)
Las brumas que provoca el río Zambeze al despeñarse por un abismo de más de un centenar de metros de profundidad pueden verse a kilómetros de distancia. Es aquí donde se forman las cataratas Victoria, una poderosísima puesta en escena de la Naturaleza entre las fronteras de Zambia y Zimbabue), en cuyos alrededores pueden emprenderse desde safariis para avistar fauna salvaje hasta raftings por los rápidos.
 
DELTA DEL OKAVANGO (BOTSWANA)
El río Okavango es uno de los lugares más fascinantes y desconcertantes del continente negro. Tras avanzar lentamente desde las tierras altas de Angola durante más de mil kilómetros de distancia, en lugar de desembocar en el mar forma un abanico fluvial en mitad del desierto de Kalahari, donde muere, desgajándose por un laberinto de canales, lagunas e islas en esta extraordinaria esquina de Botswana. Sin embargo, todavía hay más. Y es que esta inmensidad anfibia está habitada por una barbaridad de fauna salvaje, incluidos los big five o cinco grandes del safari.


 
EL KILIMANJARO (TANZANIA)
Aun cubierto por una densa capa de nubes, el Kilimanjaro, la montaña aislada más alta del mundo, resulta espectacular. Parece un imposible un macizo de nieves y hielo perpetuos en las proximidades del ecuador africano
 
IGLESIAS DE LALIBELA (ETIOPÍA)
La docena de iglesias excavadas en roca de la población de Lalibela son la rémora más emocionante del pasado cristiano de esta esquina del continente africano y también de su presente, porque los templos no cayeron en desuso y hoy siguen congregando a los fieles como tantos siglos atrás.
 
DESIERTO DEL FEZZAN (LIBIA)
La región desértica del Fezzan, al Suroeste del país, atesora una de las porciones más espectaculares del Sahara. Su inmensidad se viste de un mar de arenas de colores cambiantes y se salpica de lagos, dunas, palmerales a orillas de los oasis y fantasmagóricas formaciones rocosas como las que la erosión ha ido esculpiendo a lo largo de los siglos en los remotos montes Akakus.
 
EL PAÍS DOGÓN (MALI)
Entre la treintena de etnias mayoritarias que conviven en Mali –los bambará, los songhai, los bozo, los peul, los tuaregs…_ y que conservan su lengua y la riqueza de una cultura propia, los más misteriores y los que más interés han despertado por su peculiar cosmogonía y sus pueblos inaccesibles son los dogones, esquinados desde el siglo XIV en la falla de Bandiagara, una infranqueable barrera natural próxima a la actual frontera con Burkina.
 
RESERVA NACIONAL MASAI MARA (KENIA)
La densidad de fauna salvaje que atesora la reserva keniana por antonomasia, el Masai Mara, hace de este destino un plato fuerte para los amantes de la Naturaleza, especialmente en la época de migración de los ñus, cuando se tiene lugar el espectáculo de vida salvaje más sobrecogedor de África.
 
PLAZA DE DJEMAA EL FNAA (MARRUECOS)
Marrakech, ka llamada Ciudad Roja, con los laberintos de sus zocos, sus murallas almorávides, sus regateos y palmerales y, sobre todo, con la explosión de vida y de talento que rezuma cada noche esta plaza declarada Patrimonio de la Humanidad se convierte en la más exótica de cuantas escapadas puedan emprenderse a solo un par de horas de avión.
 
GORILAS DE MONTAÑA (RUANDA Y UGANDA)
Una de las esquinas más remotas del África ecuatorial por la que se desdibujan las fronteras entre Uganda, Ruanda y la República del Congo es el último refugio de los gorilas de montaña, las magníficas criaturas por las que dio la vida la conservacionista Dian Fossey –Sigourney Weaver en Gorilas en la niebla- y a cuya preservación parece estar contribuyendo el ecoturismo