Agua Amarga, un pueblito que gusta mucho a famosos y realeza
Se ha rumoreado que los Reyes volverían este verano a esta pedanía del Parque Natural del Cabo de Gata Níjar, pero mientras se confirma o no, otros se han adelantado y han disfrutado de unos días de vacaciones en este recóndito pueblo de Almería. Iker Casillas y Sara Carbonero han sido de los últimos. Te descubrimos sus encantos.
Agua Amarga tiene encandiladas a la realeza europea y a muchas celebridades. El año pasado fue Victoria de Suecia acampañada de su marido Daniel Westling y su hija Estelle; también Guillermo de Holanda y Máxima Zorreguieta con sus tres hijas, Amelia, Alexia y Ariane; en el último puente de Todos los Santos, losReyes Felipe y Letizia; antes, Sergio Ramos; y este año, el capitán del Real Madrid y la periodista deportiva, que, alojados junto a su hijo Martín en el hotel La Joya, llegaron tras sus vacaciones en el Algarve portugués. Así que toca preguntarse, qué es lo que tiene este pequeño pueblo costero situado a 50 kilómetros de Almería para que guste tanto a los famosos.
Para empezar su ubicación. Cuesta imaginar que tras conducir entre pitas, chumberas y palmeras por la estrecha carretera natural que lleva hasta él, surja, en medio de la nada, este pequeño núcleo repleto de casitas bajas encaladas con geranios y buganvillas alegrando sus paredes. Pero el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar depara sorpresas así de increíbles.
Adentrándose en sus callecitas blancas, entre tiendas de moda y complementos de aire chic –Poco-Loco, Cocotero, Salamandra, El Gran Azul, Delocura…-, surge una ventana al mar, la que lleva a su playa de arena fina y dorada, perfectamente alineada al pueblo. Es la más cercana, pero no la única, la más espectacular se llama cala de Enmedio y se llega a ella caminando durante media hora por una senda sin pérdida posible. A esta pequeña ensenada flanqueada por acantilados y plataformas de caliza blanca también se acercaron el futbolista y la comunicadora.
En Agua Amarga se impone hacer una parada en el bar de la Plaza, probar frente al mar el pescado fresco del chiringuito Costamarga, o el arroz negro o con bogavante en el restaurante Los Tarahis, al estilo de la familia Casillas-Carbonero, y alquilar una embarcación para recorrer el litoral mediterráneo más próximo. El resto es disfrutar de la tranquilidad, que aquí está asegurada, mucho más fuera de la temporada estival. Sus 400 vecinos lo saben bien, antaño se dedicaban a la almadraba, hoy viven de los negocios locales y el turismo.
Las colinas que rodean el pueblo están salpicadas de casitas de esmerada arquitectura que se asoman a Agua Amarga, pero para comtemplar las mejores vistas del pueblo y sus playas y calas hay que llegar a Mesa Roldán, un antiguo domo volcánico en la cima del cual hay una torre de vigilancia y un faro.
Luego hay que seguir recorriendo el litoral volcánico del parque natural para ir desvelando otros secretos que Iker Casillas y Sara Carbonero ya han descubierto, como Carboneras, donde se encuentran las ruinas de un antiguo cargadero de mineral y el restaurante El Pescador, en el que cenaron, o la playa de los Muertos. Más allá quedan la playa de Las Negras, el mirador de la Amatista, la Isleta del Moro, Los Escullos, el Pozo de los Frailes, San José y después otras playas más conocidas como las de los Genoveses y Mónsul… Será por sorpresas.