SOBREVOLANDO EN GLOBO LOS TEMPLOS DE ANGKOR, CAMBOYA
Al atardecer, en la hora más mágica del día, nos perdemos sobrevolando en globo los templos de Angkor en una experiencia absolutamente inolvidable. Descubrir esta ciudad desde el aire nos permite sentir algo parecido a la emoción que debió embargar a Henri Mouhot al descubrirla, cuando a la capital jemer había ido tragándosela el silencio y la jungla tras haber sido abandonada en el siglo XV. Desde el aire es posible hacerse una buena idea de su apabullante densidad monumental que comenzó entonces a ser desbrozada de entre la maleza aunque aún buena parte sigue oculta bajo un tupido manto vegetal a la espera de salir a la luz. La experiencia podría remantarse con una cena en el corazón del parque arqueológico, ante los templos iluminados con velas y bajo la bendición de los monjes que con sus túnicas color azafrán siguen sirviendo en el recinto.
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