13 joyas maravillosas de América en imágenes
Podrían haber sido 14, como el año que acabamos de estrenar, pero como no somos supersticiosos y lo que queremos es desearos buena suerte, esta galería es un telescopio de alta precisión que te permitirá acercarte a lugares espectaculares del continente americano a los que, seguro, alguna vez has soñado viajar.
MACHU PICCHU (PERÚ)
A 130 kilómetros de Cuzco, la Ciudad Perdida de los incas se alza entre barrancos en mitad de un paraje inaccesible de los Andes peruanos. La perfección de sus construcciones, su conservación y su escenario natural, encajonado en la cresta de un cerro sobre el valle del río Urubamba, hacen de este yacimiento uno de los tesoros arqueológicos más valiosos del mundo y, desde luego, uno de los más místicos.
A 130 kilómetros de Cuzco, la Ciudad Perdida de los incas se alza entre barrancos en mitad de un paraje inaccesible de los Andes peruanos. La perfección de sus construcciones, su conservación y su escenario natural, encajonado en la cresta de un cerro sobre el valle del río Urubamba, hacen de este yacimiento uno de los tesoros arqueológicos más valiosos del mundo y, desde luego, uno de los más místicos.
CATARATAS DE IGUAZÚ (ARGENTINA Y BRASIL)
Iguazú ofrece la más fabulosa frontera natural que pueda imaginarse. La mayor parte de sus saltos se encuentras del lado argentino, mientras que algunas de sus visitas más sobrecogedoras pueden apreciarse desde el brasileño. Pasar de un lado a otro, pasear en lancha por las cataratas, abrirse camino por las pasarelas que se acercan increíblemente a sus cortinas de agua o practicar el rafting son actividades que permiten disfrutar de esta grandiosidad de la Naturaleza como se merece.
Iguazú ofrece la más fabulosa frontera natural que pueda imaginarse. La mayor parte de sus saltos se encuentras del lado argentino, mientras que algunas de sus visitas más sobrecogedoras pueden apreciarse desde el brasileño. Pasar de un lado a otro, pasear en lancha por las cataratas, abrirse camino por las pasarelas que se acercan increíblemente a sus cortinas de agua o practicar el rafting son actividades que permiten disfrutar de esta grandiosidad de la Naturaleza como se merece.
BAHÍA DE RÍO DE JANEIRO (BRASIL)
Resulta difícil no coincidir con quienes consideran la bahía de Guanabara como la más espectacular que adorna el planeta. Su inmensidad -tan grande que sus descubridores la confundieron en un principio con la desembocadura de un gran río- queda ampliamente superada por la belleza que derrocha su escenografía de vegetación, islas y morros altísimos diseminados a lo largo de una barbariedad de kilómetros por los que la Cidades Maravilhosa se asoma al Atlántico.
Resulta difícil no coincidir con quienes consideran la bahía de Guanabara como la más espectacular que adorna el planeta. Su inmensidad -tan grande que sus descubridores la confundieron en un principio con la desembocadura de un gran río- queda ampliamente superada por la belleza que derrocha su escenografía de vegetación, islas y morros altísimos diseminados a lo largo de una barbariedad de kilómetros por los que la Cidades Maravilhosa se asoma al Atlántico.
PARQUE NACIONAL DE TORTUGUERO (COSTA RICA)
Es uno de los indispensables de este país centroamericano, por cuyos canales puede en temporada asistirse al desove de tortugas gigantescas, así como arribar las playas de las penínsulas de Osa y Nicoya.
Es uno de los indispensables de este país centroamericano, por cuyos canales puede en temporada asistirse al desove de tortugas gigantescas, así como arribar las playas de las penínsulas de Osa y Nicoya.
PARQUE NACIONAL DE BANFF (CANADÁ)
En 1885 se establecía el primer Parque Nacional de Canadá y tercero del mundo: Banff, en plenas Montañas Rocosas. Si en aquellos tiempos su extensión apenas se limitaba a un área de 26 kilómetros cuadrados, hoy abarca 6.641 de bellísimos picachos dentados, lagos azul turquesa, valles, bosques y glaciares entre los que, según la temporada, entregarse a las caminatas, la escalada, el esquí o la avistación de fauna salvaje.
En 1885 se establecía el primer Parque Nacional de Canadá y tercero del mundo: Banff, en plenas Montañas Rocosas. Si en aquellos tiempos su extensión apenas se limitaba a un área de 26 kilómetros cuadrados, hoy abarca 6.641 de bellísimos picachos dentados, lagos azul turquesa, valles, bosques y glaciares entre los que, según la temporada, entregarse a las caminatas, la escalada, el esquí o la avistación de fauna salvaje.
PARQUE NACIONAL DE CANAIMA (VENEZUELA)
Suma muchos más alicientes, pero Canaima es mundialmente famoso, sobre todo, por atesorar en su descomunal superficie el salto Ángel, la catarata más alta del mundo, con cerca de un kilómetro de caída libre que se derrama atronadora sobre esta porción de la selva venezolana sembrada de 'tepuyes'.
Suma muchos más alicientes, pero Canaima es mundialmente famoso, sobre todo, por atesorar en su descomunal superficie el salto Ángel, la catarata más alta del mundo, con cerca de un kilómetro de caída libre que se derrama atronadora sobre esta porción de la selva venezolana sembrada de 'tepuyes'.
CASCO VIEJO DE PANAMÁ
Frente a la más moderna ciudad de Panamá, la de los rascacielos, hay otra de casitas coloniales, calles serpenteantes y de vida de barrio. Es la de su Casco Viejo, considerada un modelo clásico de ciudad indiana. Situada en una pequeña península, rodeada de un manto de arrecifes rocosos, está incluida en la lista de sitios de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
PATAGONIA (ARGENTINA Y CHILE)
Entre la Pampa y la Antártida, la Patagonia, el último extremo de las tierras australes del continente americano, se adorna de bosques y sierras, mesetas barridas por los vientos, hielos eternos y glaciares y lagos y fiordos de una belleza que sobrecoge el alma. Al Oeste de la cordillera de los Andes queda el Parque Nacional Torres del Paine (en la imagen), declarado Reserva de la Biosfera, en la Patagonia chilena. Al Este, el Parque Nacional de los Glaciares, en territorio argentino.
Entre la Pampa y la Antártida, la Patagonia, el último extremo de las tierras australes del continente americano, se adorna de bosques y sierras, mesetas barridas por los vientos, hielos eternos y glaciares y lagos y fiordos de una belleza que sobrecoge el alma. Al Oeste de la cordillera de los Andes queda el Parque Nacional Torres del Paine (en la imagen), declarado Reserva de la Biosfera, en la Patagonia chilena. Al Este, el Parque Nacional de los Glaciares, en territorio argentino.
LA HABANA VIEJA (CUBA)
La capital cubana atesora en su corazón, en la llamada Habana Vieja, una barbaridad de edificios levantados entre los siglos XVI y XVII, pero, sobre todo, es dueña y señora de un encanto y un ambiente únicos que se dan cita en ella y también, cada tarde a la hora bruja del ocaso, en el balcón que mira al océano de su malecón.
La capital cubana atesora en su corazón, en la llamada Habana Vieja, una barbaridad de edificios levantados entre los siglos XVI y XVII, pero, sobre todo, es dueña y señora de un encanto y un ambiente únicos que se dan cita en ella y también, cada tarde a la hora bruja del ocaso, en el balcón que mira al océano de su malecón.
ISLAS GALÁPAGOS (ECUADOR)
Desperdigado por el Pacífico, a casi mil kilómetros de la costa americana, este aisladísimo archipiélago constituye un auténtico laboratorio natural. Casi la totalidad de su territorio queda protegido como Parque Nacional, y en él habitan tortugas gigantes, iguanas y una barbaridad de especies, a menudo endémicas, que inspiraron a Darwin su teoría de la evolución y que aún hoy, al no percibir al hombre como una amenaza, se comportan ante él con una naturalidad asombrosa.
Desperdigado por el Pacífico, a casi mil kilómetros de la costa americana, este aisladísimo archipiélago constituye un auténtico laboratorio natural. Casi la totalidad de su territorio queda protegido como Parque Nacional, y en él habitan tortugas gigantes, iguanas y una barbaridad de especies, a menudo endémicas, que inspiraron a Darwin su teoría de la evolución y que aún hoy, al no percibir al hombre como una amenaza, se comportan ante él con una naturalidad asombrosa.
MANHATTAN (ESTADOS UNIDOS)
Sus calles y avenidas, trazadas a tiralíneas sobre la isla, parecen haberse transitado ya antes por lo mucho que se asoman en las pantallas. Nueva York es la capital del mundo; un hormiguero donde se vive a un ritmo de vértigo y se imponen tendencias al resto del planeta. Museos, tiendas, galerías e iconos de una forma de vida que representa, como ningún otro símbolo, la Estatua de la Libertad, que se yergue en su bahía.
Sus calles y avenidas, trazadas a tiralíneas sobre la isla, parecen haberse transitado ya antes por lo mucho que se asoman en las pantallas. Nueva York es la capital del mundo; un hormiguero donde se vive a un ritmo de vértigo y se imponen tendencias al resto del planeta. Museos, tiendas, galerías e iconos de una forma de vida que representa, como ningún otro símbolo, la Estatua de la Libertad, que se yergue en su bahía.
PARQUE YELLOWSTONE (ESTADOS UNIDOS)
Al Noroeste de Estados Unidos, sobre unos 9.000 km2 que antaño fueron morada de los indios shoshones, el Parque Nacional de Yellostone quedó conformado como tal en 1872, convirtiéndose en el primero del país. Hoy, además, figura también como uno de los que más visitantes atrae gracias a las manadas de bisontes, a los osos y a los espectaculares fenómenos geotérmicos que le sirven de principal reclamo.
Al Noroeste de Estados Unidos, sobre unos 9.000 km2 que antaño fueron morada de los indios shoshones, el Parque Nacional de Yellostone quedó conformado como tal en 1872, convirtiéndose en el primero del país. Hoy, además, figura también como uno de los que más visitantes atrae gracias a las manadas de bisontes, a los osos y a los espectaculares fenómenos geotérmicos que le sirven de principal reclamo.
RUINAS DE CHICHÉN ITZÁ (MÉXICO)
A poco más de un par de horas de las aguas azul turquesa de Cancún o playa del Carmen, la ciudad maya de Chichén Itzá, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, se levanta como el poderoso legado de una de las grandes civilizaciones de la antigüedad, que alcanzó unos conocimientos matemáticos y astronómicos asombrosos, como demuestran la exactitud de su calendario o la edificación de sus templos y centros ceremoniales.
A poco más de un par de horas de las aguas azul turquesa de Cancún o playa del Carmen, la ciudad maya de Chichén Itzá, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, se levanta como el poderoso legado de una de las grandes civilizaciones de la antigüedad, que alcanzó unos conocimientos matemáticos y astronómicos asombrosos, como demuestran la exactitud de su calendario o la edificación de sus templos y centros ceremoniales.