Tokio, refugio para urbanitas ahora y en 2020
Sin rencor. Nos han ganado en la carrera para organizar los Juegos Olímpicos y no hay más que decir. Una vez superado el mal trago, es hora de sumergirse en esta jungla de cristal y acero para descubrir una megalópolis fascinante en la que no resulta difícil sentirse desbordado.
Orden y caos. Es difícil saber dónde empieza uno y acaba otro en Tokio, porque la ciudad es un totum revolutum donde ambos conviven con total normalidad. Una ciudad para urbanitas desbordante, por la que caminar con los ojos muy abiertos, porque en medio de esta selva de rascacielos de cristal, luces fluorescentes, pantallas que emiten sonidos e imágenes sin descanso, cruces caóticos por el gentío, también hay parques, jardines y templos budistas y sintoístas que son un auténtico remanso de paz, y hasta islas perdidas en medio del Pacífico que hacen de Tokio un mundo de contrastes. Esta galería de imágenes es el mejor de los resúmenes.
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