Piérdete en el mercado medieval más grande de Europa
Desde contemplar a “La dama del Armiño” de Leonardo da Vinci a tomar un ‘czarna’ en una terraza en las arcadas de la Lonja de los Paños o hacer una excursión a las minas de sal Wieliczka. Así de vital es la ciudad polaca de Cracovia.
Un glorioso pasado medieval y un destino muy diferente a lo acostumbrado en el Viejo Continente. Con estas premisas, Cracovia promete. Para descubrirla hay recorrer su casco antiguo, Patrimonio de la Humanidad, paso a paso. Desde la barbacana de la antigua fortaleza se entra en la ciudad cruzando la puerta Florianska hasta alcanzar la plaza del Mercado, donde se encuentra la Lonja de los Paños. Más allá queda el castillo de Wawel, residencia de los antiguos reyes y frontera del interesante barrio judío de la ciudad. En el camino hay escaparates que parecen sacados de otra época, la basílica de Santa María, iglesias, terrazas donde hacer un descanso para comer a cualquier hora del día; también hay restos de la muralla medieval, calesas que pasean a los turistas, modernas galerías, universitarios puliendo sus adoquines y recuerdos de celebridades como Copérnico, Marie Curie o Juan Pablo II. Y, en los alrededores, las minas de sal Wieliczka. Este es un retrato en imágenes de esta ciudad bañada por el río Vístula.
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