Érase una vez Flandes, un cuento de tradición y vanguardia
Los amantes de la cultura, de las tendencias y los aficionados a la bicicleta, los gastrónomos, los que desayunan con diamantes y los que buscan escapadas románticas o en familia. Flandes tiene mil caras. Este es un retrato de la región flamenca en imágenes, porque cada uno la disfruta a su manera.
Terrazas de la Grote Markt, en Lovaina, la plaza presidida por el espléndido edificio del Ayuntamiento, típico de la arquitectura flamenca / © www.milo-profi.be.
Gante fue residencia de los Condes de Flandes y en ella nació Carlos I. Hoy no queda rastro del castillo donde el emperador vino al mundo, pero sí del Gravensteen o Castillo de los Condes, construido en el siglo XIII. Se trata de una impresionante fortaleza en pleno centro de la ciudad, rodeada por un foso / © www.milo-profi.be.
A la vera del río se halla Vismarkt, antiguo mercado de pescado y hoy la plaza más animada de Malinas, un lugar para el terraceo y los conciertos al aire libre en verano / © www.milo-profi.be.
Flandes es un formidable hervidero de creación, boutiques, talleres de diseñadores, interioristas... / © Frédéric Van Hoof.
La Mechelsestraat es una de las calles más bonitas de la universitaria Lovaina, a la que se abren un buen número de tiendas y cafés con agradables terrazas / © www.milo-profi.be.
La Galería de Saint Hubert es un lugar imprecindible en Bruselas para las compras, donde adquirir chocolates, ropa de marca o simplemente tomar un café a cubierto durante un día de lluvia. Construidas en 1846 en realidad son tres galerías, la del Rey, la de la Reina y la de los Príncipe, y además de ser ejemplo de la imponente arquitectura bruselense también han sido lugar de reunión para intelectuales y artistas a lo largo de su historia / © Turismo de Flandes.
Flandes es un destino para cualquier época del año, pero en Navidad tiene un aliciente añadido, el de perderse por sus mercadillos, que, en esta época, es una verdadera delicia / © Turismo de Flandes.
Rubens, aunque nació en Alemania, pasó gran parte de su vida en Amberes, ciudad de donde procedían sus padres. Actualmente sus obras pueden contemplarse en numerosos edificios de la ciudad, entre los que destacan la Catedral, el Museo de Bellas Artes (cerrado hasta 2018) y la propia Casa de Rubens, su casa-taller convertida en museo / © Kris De Smedt.
Casa museo de James Ensor, en Ostend, el pintor belga considerado un innovador del arte decimonónico y maestreo de Klee, Emil Nolde y otros expresionistas y surrealistas del siglo XX / © Westtour.
No se puede volver de Bruselas sin antes haber comprado pralines belgas. Se trata de bombones de chocolate negro, con leche, blanco, con o sin relleno, de todos los tamaños, sabores y precios. Neuhaus (en la imagen), Godiva, Leonidas o Guylian son algunas de las tiendas más conocidas de estas especialidades / © Pieter Heremans.
Una opción ideal para visitar Brujas es dar un paseo en barca recorriendo sus canales medievales y contemplar la belleza de esta ciudad de cuento declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco con una perspectiva diferente / ©Tomas Kubes.
A media tarde a los belgas les encanta degustar alguno de sus famosos dulces: crêpes, tartas de todo tipo y, sobre todo, gofres, una de las especialidades de Gante / © www.milo-profi.be.