Vive la Pasión en Salamanca

Silencio, fervor, austeridad… y mucho, mucho arte. Salamanca tiene todos los ingredientes para una escapada en Semana Santa. Porque tiene mucho que ver y mucho que vivir estos días, aquí tienes un aperitivo en forma de galería de imágenes para ir abriendo boca.

by hola.com
Para sacar el máximo partido de un viaje hay que conocer su historia, sus monumentos, su arte, probar su gastronomía y, cómo no, participar en sus fiestas. Y en Salamanca si hay una que se lleva la palma es la Semana Santa, por algo ha sido declarada de interés turístico internacional. Con el aliciente del monumental escenario por el que discurren las distintas procesiones, la vistosidad plástica de sus desfiles, el valor de su imaginería, por impregnarse de su sobria religiosidad y el impresionante recogimiento que reinan estos días en la capital castellana, ¿quién no piensa en ella para una escapada? Entre paso y paso, busca tiempo para descubrir palmo a palmo, la capital dorada del saber.
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Decía Unamuno que Salamanca "parece un escenario secular, en piedra de oro, para las representaciones anuales del Drama de la Pasión y Acción de Nuestro Señor, que es el fondo de la historia que no pasa sino queda / © Turismo de Salamanca / © Rafael Delgado.

 
La Plaza Mayor ejerce de incomparable marco para algunas de las más concurridas procesiones penitenciales / © Turismo de Salamanca.
 
La valiosa imaginería de las procesiones de Salamanca ha contribuido a que la Semana Santa haya sido declarada de Interés Turístico Internacional / © Turismo de Salamanca.
 
La mejor carta de presentación de Salamanca se obtiene cruzando el puente romano sobre el río Tormes, que fue mandado construir por el emperador Trajano, y comunica la antigua ciudad amurallada con la Ribera del Puente, una zona verde recreativa muy popular para pasear y montar en bicicleta / © Rafael Delgado. 

"La plaza", como llaman los salmantinos a la Plaza Mayor, es como una acogedora sala de estar que atrae por su serenidad arquitectónica y su ambiente, con bares de moda, cafés centenarios y terrazas donde pasar las horas / © Rafael Delgado.

 

Hacen falta varios puntos de vista para comprender la magnitid del conjunto catedralicio, formado por dos catedrales que se unen sin perder su identidad: la Vieja es románica, íntima y serena; la Nueva mezcla de forma magistral los estilos gótico, renacentista y barroco / © Rafael Delgado.

 

Nada más entrar en la Catedral Vieja la vista queda atrapada por el retablo mayor, uno de los conjuntos más importantes del gótico europeo, que narra las vidas de Jesús y la Virgen María / © Rafael Delgado.

 
La Casa Lis, que alberga el Museo de Art Nouveau y Art Decò, reúne una de las mejores colecciones del arte que hacía furoro en los locos años 20 del siglo pasado / © Rafael Delgado. 
La plaza del Concilio de Trento es el lugar perefecto para extasiarse ante la fachada de San Esteban, un minucioso tapiz de esculturas que sirve de antesala de un edificio que aún recuerda el gran poder que ostentó la Orden de los dominicos / © Rafael Delgado. 
Ante la fachada de la Universidad de Salamanca tiene lugar un pasatiempo turístico al que nadie se resiste: buscar entre sus muchos motivos escultóricos el detalle de una rana sobre una calavera / © Rafael Delgado. 
La Casa de las Conchas, hoy utilizada como biblioteca y sala de exposiciones, guarda en su interior un fabuloso patio; un claustro pequeño, recogido, con doble galería y unas arcadas repletas de escudos de los linajes familiares. 
Ubicado en la antigua fábrica de luz de Salamanca, el Museo de Historia de la Automoción reúne más de 200 vehículos que datan desde finales del siglo XIX a la actualidad / © Rafael Delgado. 
Una de las joyas por excelencia de la gastronomía salmantina es el jamón de Guijuelo, con denominación de origen / © Turismo de Salamanca.