No hay temerle al frío porque la nieve en ciudades como Brujas o Viena le otorga un encanto especial. Son más bellas incluso cuando un manto blanco cubre las calles por las que discurre la gente sumergida en cálidos abrigos de piel, mientras los canales y lagos congelados se convierten en improvisadas pistas de patinaje y sus intactos entornos parecen sacados de un cuento. Para los aficionados al esquí o para los amantes de la fotografía, para los que les gusta refugiarse en un hotelito en la montaña y mirar por la ventana cómo la nieve va cubriendo el paisaje, no hay mejor época que el largo invierno para una escapada a cualquier país europeo. Aquí tienes un anticipo de lo que te vas a encontrar. Está claro que esta temporada, el blanco vuelve a estar de moda.
En pleno invierno, en la ciudad belga de Brujas es frecuente salir a patinar sobre hielo.
Zurich es un buen destino de invierno, donde disfrutar de los estupendos paisajes nevados que ofrece esta ciudad suiza.
El Palacio vienés de Schönbrunn, residencia veraniega de los Habsburgo, en un día invernal.
El Tiergarten nevado, uno de los pulmones verdes de Berlín, situado en pleno centro de la ciudad.
En España, ciudades como Teruel, también amanecen muchos días durante el invierno cubiertas por un manto blanco.
La ciudad vieja de Tallín, capital de Estonia, nevada es una sugerente invitación para conocer la que durante 2011 es Capital Cultural Europea.
El archipiélago de Gotemburgo, en Suecia, reúne aproximadamente un centenar de islas. Como la mayoría de ellas están pobladas, barcos y ferrys circulan frecuentemente entre ellas.
Las pistas forestales y caminos que unen la Laponia finlandesa, noruega y sueca están acondicionadas para la circulación en motos de nieve.
El inmenso frío que se registra en Dinamarca deja imágenes como esta de barcas varadas en el mar helado.
Copenhague, la capital danesa, en un día nevado.
Brujas es conocida por sus canales como la Venecia del norte y durante el invierno es frecuente contemplarlos helados.
El castillo alemán de Neuschwanstein, del loco rey Ludwig, que fue utilizado como modelo para el castillo de Disney realza su belleza enmarcado en un paisaje cubierto de nieve.
Alemania brinda estampas inolvidables con sus castillos de cuento iluminados y sus pueblos con los tejados cubiertos por la nieve.
Las montañas nevadas de Alemania son un reclamo en invierno para los aficionados al esquí de fondo.
El London Eye, en el South Bank, a orillas del Támesis, con el Big Ben al fondo, un día nevado.