Disfruta Santiago, disfruta el Xacobeo
Este verano tienes que viajar a la ciudad del Apóstol, porque el 25 de julio es su fiesta grande, porque la ciudad ya se ha engalado para la ocasión y porque en pocos sitios se reúnen tantos alicientes: monumentos, paisajes, gastronomía, vida cultural. ¿A qué esperas?
Resulta imposible no quedarse pasmado cuando tras tantos kilómetros de ruta los peregrinos contemplan a sus puertas y en toda su magnitud el conjunto monumental de Santiago de Compostela.
Las rúas Nova, do Vilar y Franco y están bien surtidas de mansiones que rezuman aromas del siglo XIX, tiendecitas re recuerdos y tabernas y casas de comidas con especial encanto para recorrer de noche.
Con independencia de la espiritualidad y el credo de cada uno, la Catedral de Santiago es un centro religioso de primera magnitud.
Urna donde según la tradición reposan los restos del Apóstol Santiago.
El templo catedralicio deslumbra sobre todo por la armonía de proporciones y la gran claridad interior, una belleza transformada en el tiempo.
El mejor mirador de la ciudad es el del Paseo de la Herradura, situado en el parque de la Alameda, en la falda este de la colina de Santa Susana. La espectacular visión frontal de la catedral sobresaliendo magnífica entre la masa de edificios históricos es la postal más retratada de Santiago.
La monumental plaza del Obradoiro es una de las más hermosas del mundo, enmarcada por la fachada de la catedral, el palacio de Rajoy, el Hospital Real -hoy Parador de Turismo- y el Colegio de San Jerónimo.
Rodeando la cabecera catedralicia se sale a la plaza de la Quintana, donde una escalinata separa la quintana de los muertos de la de los vivos, donde se levanta la Casa de la Parra y el monasterio de San Paio.
La figura del Apóstol preside el pórtico de la Gloria, creado por el maestro Mateo y considerado el conjunto escultórico más importante del románico.
La catedral es la meta de todo peregrino que llega hasta ella por los diferentes Caminos de Santiago ya sea a pie, en bicicleta, a caballo...
Una solitaria rúa das Hortas, que une la plaza do Obradoiro y la catedral de Santiago con el Parque de la Alameda.