El ser humano está en constante búsqueda del bienestar y de hábitos que mejoren la calidad de vida. Durante muchos años se han estudiado diferentes herramientas o estrategias para conseguir sacarle provecho a nuestros días y así, mejorar nuestra rutina. Métodos como el famoso “Club de las 5 de la mañana” o rutinas de 21 días para generar hábitos, son solo algunos ejemplos de esta búsqueda y necesidad de encontrar la fórmula perfecta para sentirnos bien todo el día.
Cuando se trata del ejercicio físico, suceden cosas similares. Las tendencias fitness vienen y van porque siempre buscamos llevar a nuestro cuerpo a su máximo potencial. En los años 80, los aerobics eran la disciplina infalible para conseguir el cuerpo “perfecto”, durante la pandemia los pilates o el barré cobraron popularidad y hoy, la running era ha comenzado con más personas sumándose al furor del cardio.
Las tendencias en ejercicio vienen y van y, al final del día, cada persona se inclina por un estilo de disciplina física dependiendo sus gustos y su estilo de vida. Sin embargo, existe una duda existencial que ha atormentado a todos los amantes del ejercicio desde el inicio de los tiempos: ¿es mejor ejercitarse por la mañana o por la tarde?
Los expertos nos responden qué es mejor: ejercicio por la mañana o por la tarde
Hoy en día se ha popularizado el estilo de vida donde lo “mejor” es despertar a las 5 o 6 de la mañana para ejercitarse y después, comenzar con el resto de las actividades diarias. Sin embargo, ¿existe algún fundamento científico que demuestre que si el ejercicio no se hace por la mañana, no se aprovechará igual? Es aquí donde la famosa duda del mejor horario para entrenar, entra en acción.
La respuesta es: depende. Como todo lo que se relaciona con el bienestar, hay que tomar en cuenta diversos factores para identificar el mejor horario para ti y para tu estilo de vida. La rutina diaria, el trabajo, el estado de salud, la salud emocional y las actividades son solo algunos ejemplos de elementos que deben considerarse para definir un horario específico para entrenar. Sin embargo, expertos sí han identificado que, a pesar de que no existe un horario perfecto, podemos encontrar diferentes beneficios al elegir un horario u otro.
Entrenar por la mañana
Si eres de los que prefiere poner su alarma muy temprano y dirigirse de inmediato al gimnasio, te contamos que existen varios beneficios que podrías aprovechar de esta rutina. En primer lugar, está comprobado que ejercitarnos nos produce endorfinas por lo que es muy probable que, al iniciar nuestro día entrenando, podemos atravesar el día con mejor humor. Si tu objetivo al ejercitar es bajar de peso, te recomendamos optar por un entrenamiento matutino ya que éste te permitirá eliminar líquidos con mayor velocidad.
Entrenar por la mañana también es una de las mejores maneras de formar una disciplina pues así evitarás que los percances del trabajo o los compromisos sociales se interpongan con tu nuevo hábito. Y, por si esto no fuera lo suficientemente convincente, ejercitarte a primera hora también puede ayudarte a regular tu ritmo circadiano y así, mejorar tu ciclo de sueño.
Entrenar por la tarde-noche
Quizá eres de los que prefiere hacer ejercicio terminando el día laboral o una vez que tengas espacio en tu apretada agenda. Bueno, pues tenemos grandes noticias para ti: este horario trae muchos beneficios a la salud para personas con necesidades específicas. Especialistas han comprobado que el ejercicio vespertino puede ser beneficioso para la salud cardiovascular y para aquellos que sufren de hipertensión. Además, si tú eres apasionado del ejercicio de alto rendimiento o del uso de pesas, es mejor implementar la rutina por la tarde pues los músculos tendrán mejor desempeño.
Si eres amante de correr o estás buscando completar ciertas metas deportivas, es mucho más recomendable entrenar por las tardes pues, físicamente, tu organismo estará más preparado para conseguirlo.