Seguramente te ha sucedido que viajas a un nuevo país o ciudad y, después de darte una deliciosa ducha en el baño del hotel, te llevas una inesperada sorpresa: tu cabello se siente seco y áspero. O, quizá llevas tiempo tratando de descifrar la razón del aspecto de tu cabellera después de probar con muchos productos diferentes y tratamientos para fortalecerla e hidratarla. La causa de este tipo de situaciones no siempre está en los productos que utilizamos sino detrás de ellos. Por muy sorprendente o increíble que suene, el agua con la que nos bañamos podría estar dañando nuestro cabello al grado de darle una apariencia poco sana.
El agua y su efecto en nuestro cabello
Para entender este fenómeno es necesario conocer el término de “agua dura”. Y no, no estamos hablando de agua en estado sólido sino a toda el agua que está sobrecargada de minerales; especialmente de calcio y magnesio. Dependiendo de tu ubicación geográfica, podrías exponerte a este fenómeno en el agua tanto al momento de bañarte como al lavar tus manos o limpiar tus alimentos. Es entendible que el agua dura traiga diversos efectos en nuestra rutina diaria pero, una de las áreas más afectadas es nuestro cabello al momento de lavarlo. Este exceso de minerales puede estar ocasionando afectaciones a tu melena.
En primer lugar el calcio, el magnesio y otros minerales o metales presentes en el agua podrían estar secando tu cabello al alojarse en tu cuero cabelludo. Además, también podrían estar debilitándolo al impedir el paso de las proteínas y así, ocasionar que tu melena se caiga o rompa con facilidad. Entre los principales síntomas que pueden ayudarte a identificar que estás sufriendo de agua dura en tu baño son la resequedad, puntas abiertas, apariencia opaca en el cabello e, incluso, frizz. En pocas palabras, si saliendo de bañar te quedas con la sensación de que tu melena no está limpia, es muy probable que se deba al agua dura.
Las opciones para controlar este problema son pocas y, en general, se resumen a instalar filtros purificadores que traten el agua que llega a tu hogar para retirar el exceso de minerales y así, poder mejorar tu salud capilar. Sin embargo, también será necesario tratar los daños que ya fueron ocasionados por este fenómeno. Lo mejor será recurrir a tratamientos hidratantes como pre-shampoo, mascarillas o, incluso, exfoliantes capilares. Si el daño es mucho, te recomendamos hacerte un ligero corte de cabello para permitir que éste crezca sano y fuerte nuevamente.