Es cierto, para más de una de nosotras, tener un cabello saludable forma parte de la lista de prioridades en los temas relacionados con la belleza. Es por esta razón que consideramos importante hablar de la queratina y su efecto en nuestra melena.
Para entender mejor el tema, comencemos a conocer la estructura del cabello. Si realizamos un corte horizontal en este, podríamos apreciar que se divide en tres partes: la cutícula, la corteza y la médula. La primera de ellas está formada por una única fila de células transparentes y finas, por lo que es la primera en dañarse cuando utilizamos un shampoo inadecuado, permanentes o peinados agresivos.
A nivel intermedio está la segunda de las partes del cabello: la corteza, que también es la más abundante y es en esta sección donde se concentra la queratina. Una proteína compuesta por dieciocho aminoácidos entre los que destacan por sus concentraciones: la cisteína, la cistina, la serina, el ácido glutámico y la glicina.
Y, por último, al interior del cabello encontramos la médula formada por células redondas, colocadas en columna.
Pero, volvamos a la corteza, que es donde se sitúa la queratina, es decir, la proteína más importante no solo en la composición del cabello sino también de la piel, las uñas y los dientes.
Existen principalmente dos tipos de queratina. Su variación depende de los aminoácidos que la integran convirtiéndola en queratina blanda o alfa (cuando contiene una menor cantidad de azufre) y dura o beta (con una mayor cantidad de azufre). El cabello humano está compuesto por un 80% de queratina.
Cuando el cabello posee una buena concentración de queratina este se refleja en su aspecto haciéndolo lucir más brillante, elástico y fuerte. Sin embargo, factores externos como la contaminación, los rayos del sol, algunos productos de higiene, como shampoos o tintes y el uso de planchas, secadoras o tenazas para el cabello pueden ser los causantes de que luzca encrespado y/o seco.
La queratinización es el proceso natural de envejecimiento de la célula, en la que pierde el núcleo y el líquido circundante y se convierte en estructura queratinizada. En el caso de las uñas, por ejemplo, al queratinizarse en exceso tienden a romperse con mayor facilidad pues su estructura es más seca y con pocos nutrientes.
Por su composición, la queratina no puede absorberse a través del sistema digestivo pues se trata de una proteína de gran tamaño y rigidez para ser digerida, pero puede mantenerse y aumentar su producción a través del consumo de alimentos como pollo, zanahoria, huevo, salmón, cebolla, semillas de girasol y ternero que aportan los nutrientes necesarios para la formación de esta proteína.
Queratina y tratamientos para el cabello
Actualmente existen en el mercado un sinfin de shampoos, que incluyen queratina vegetal en su fórmula. Un ingrediente que se obtiene de cereales como el maíz, el trigo o la soja y promete ser más respetuoso con nuestro cabello, a diferencia de la queratina tradicional que se utiliza en el alisado brasileño, del que daremos hablaremos más adelante.
La queratina vegetal ayuda a conservar la queratina natural del cabello, sellando la fibra capilar para evitar que este ingrediente se escape. Un truco importante consiste en aplicarla bajo calor (agua caliente), lo que permitirá que las escamas del cabello se abran y el producto penetre fácilmente.
Además, la queratina vegetal es aliada perfecta para combatir el “frizz” y facilita el alisado, pues al penetrar en la fibra del cabello la suaviza para permitir un mejor manejo del cabello.
Como lo mencionamos, en el caso de requerir un resultado más prolongado, existe el conocido: alisado brasileño que consiste en aplicar queratina en el cabello y someterlo a una fuente de calor (plancha de cabello) hasta lograr una apariencia lisa. Este procedimiento da como resultado un cabello nutrido, reparado, brillante y liso con una duración de alrededor de 3 meses. Aunque en los últimos años ha ganado muchas adeptas, también tiene un gran número de detractoras que aseguran que la esta intervención continúa siendo agresiva para el cabello no solo por el uso de la plancha sino también porque algunos de los productos que se aplican pueden llegar a contener ingredientes químicos.