Si bien es cierto que la clave para la salud y la belleza es dormir las horas necesarias y tener un sueño reparador, debemos tomar en cuenta que un elemento indispensable para alcanzarlo es la almohada. Esta garantiza que mantengamos nuestra columna vertebral recta, que nos relajemos y liberemos tensiones para liberar el estrés del día y experimentar un sueño plácido sin interrupciones.
Pero, ¿te imaginas que mientras durmieras tu almohada emitiera gases tóxicos? Pues debes saber que algunas empresas fabricantes de almohadas viscoelásticas aplican un proceso de espumación que puede generar gases tóxicos y para ahorrar costos se saltan el siguiente paso que se denomina atemperación, que garantiza la evaporación de las sustancias nocivas para la salud. Este paso tan importante hace que la producción de estos artículos para el descanso nocturno sea más larga y además sube sus precios.
Es por esto que a la hora de comprar almohadas nuevas, debes asegurarte de investigar para garantizar que el fabricante sea de los que priorice la salud del consumidor. Al elegir una almohada, debes tomar en cuenta que no es tanto la forma sino el tipo de material del que está hecha por fuera y por dentro.
Lo más recomendable es escoger una buena almohada natural que puede estar hecha de cáscaras de espelta, algodón orgánico, lana ecológica, copos de látex o por entero de látex 100% natural. Para ayudar en tu proceso de selección, te mencionamos algunas para que hagas tu mejor elección:
Hechas con espuma de polieuretano
Elativ (BestKissen) ($154,70) es una almohada fabricada con espuma de polieuretano en un proceso de fabricación especial que garantiza la total ausencia de sustancias nocivas para la salud. Es transpirable, antiácaros y antialérgico y lavable en la lavadora.
Ha sido desarrollada por quiroprácticos austriacos y su forma ergonómica se adapta al cuello y espalda, además reeduca la columna vertebral para asegurar un descanso profundo y terapéutico.
Hechas con látex
The Avocado Green Pillow ($79.00) es totalmente natural y orgánica, hecha con cintas de espuma de goma de látex y fibra de kapok, generosamente rellenas dentro de una lujosa cubierta de hilos de algodón. Brinda el soporte y la resistencia necesaria para todas las posiciones al dormir, ya que se adapta fácilmente al cuello y cabeza.
Hechas de trigo sarraceno
Las almohadas hechas de alforfón o trigo sarraceno están llenas de cascos de trigo sarraceno y son ideales para la circulación del aire pues son lo opuesto a las tradicionales mullidas. Esta característica les permite mantener la cabeza fresca, apropiado para climas más cálidos. Entre sus beneficios le da soporte al cuello y alinea la columna vertebral, el grosor es ajustable pues trae una cremallera que permite llenar o quitar los cascos. Una opción es La Cocarde Verte ($29,30)
Es importante reemplazar con más frecuencia de lo que se cree ese objeto sobre el posamos nuestro rostro cada noche. De hecho, según sleep.org, las almohadas deben cambiarse cada uno o dos años, pues durante ese tiempo es mucha la cantidad de aceites, polvo y bacterias que se adhieren.
Así que no lo pienses más y con todos estos tips elige conscientemente, una opción ecológica, no tóxica y que le brinde anatómicamente a tu cuerpo el merecido descanso que, sin duda, colaborará no solo con tu salud sino con la belleza que proporciona el buen dormir.