Posiblemente eres de esas personas que realiza ejercicios prácticamente todos los días y no consigues los resultados esperados en tu cuerpo. Si no paras ningún día de la semana, allí tienes el principal problema. Y así como cometes ese desliz, puede que estés incurriendo en otros cuantos que son 'pecados capitales' al momento de hacer ejercicio y sacar el máximo provecho a tu esfuerzo. ¿Quieres saber cuáles son los principales fallos que perjudican tu workout?
1. Sobreentrenar. Así como el musculo debe ser exigido con el entrenamiento, debe descansar para recuperarse y crecer o lograr la tonificación que deseas. Los expertos consideran que debes hacer ejercicios mínimo tres veces a la semana y máximo cinco. Lo ideal es que la pausa no sea en días consecutivos.
La zona abdominal necesita 24 horas para volver estar a tono, pero el resto de los grupos musculares requieren al menos 48 para rendir eficientemente. Cuando entrenes a diario trabaja tren superior y descansar el inferior, y asi sucesivamente.
2. Mala elección de los alimentos antes de entrenar. Para mantener una buena condición física no es solo imprescindible comer balanceado y saludable. También es importante elegir qué se come antes y después del trabajo físico.
Hay dos extremos nada recomendables previos al ejercicio: El ayuno o comer demasiado, lo ideal es proporcionar al cuerpo energía con productos de lenta absorción a través de frutas, yogur griego o alguna proteína. Si haces una comida completa debes esperar más de dos horas para realizar el esfuerzo físico.
Al finalizar tu entrenamiento, antes de que pase una hora debes alimentarte y asegurarte de consumir proteínas que ayuden a la regeneración celular de tu organismo.
3. La falta de hidratación es otro de los problemas que puede no solo afectar tu acondicionamiento, sino que a la larga puede generarte serios problemas de salud. La necesidad de líquido puede generar fatiga muscular lo que disminuirá tu rendimiento y puede poner tu cuerpo en apuros (contractura, golpe de calor, problemas renales, etc.). Las actividades físicas intensas pueden generar la pérdida de hasta tres litros de agua en una hora.
Lo correcto es beber agua antes, durante y después de la acción, en pequeñas dosis ya que tomar en demasía puede también ser contraproducente. Evita las bebidas energéticas, ya que su alto contenido de azúcar y sustancias químicas incrementan considerablemente el número de calorías al día. Agua, simplemente agua es suficiente.
4. Realizar demasiado cardio para perder peso es uno de esos errores capitales a erradicar. Si no quieres ver como tu cuerpo se vuelve flácido y pierde fuerza y tono muscular es necesario realizar un equilibrio entre los entrenamientos de fuerza y las actividades cardiovasculares. Ese balance es el que te hará llegar a una buena forma física.
5. No saber qué hacer al momento de entrenar no es solo una pérdida de tiempo, sino de esfuerzo. Así como es importante fijarte un objetivo a la hora de entrenar –perder peso, definir musculatura, ganar masa muscular– es importante plantearse un plan de cómo lograrlo. Y para ello, debes idear –preferiblemente con asesoría de expertos– cual será tu plan diario y semanal a seguir.
Antes de llegar al gimnasio o a tu lugar de entrenamiento programa una rutina, puedes tenerla en papel o en el teléfono, repasa mentalmente como se realizan los ejercicios para tenerlos claro al ejecutarlo. Tu tiempo de entrenamiento será más productivo.
6. Mantener la misma rutina por mucho tiempo puede ocasionar el llamado estancamiento. Los músculos sienten que no son exigidos y se acostumbran a realizar el trabajo sin esfuerzo. Por eso debes buscar nuevos sistemas de entrenamiento, diferentes pesos, mejorar las prácticas para que los músculos se sientan motivados y veas los resultados.
Aprende nuevas técnicas, mejora la ejecución de cada ejercicio. Esto estimula la mente y el cuerpo, verás buenos resultados.
7. Olvidar la entrada en calor y vuelta a la calma. Dos procesos fundamentales que algunas personas obvian en sus entrenamientos. Estar apurado no debe ser una excusa para iniciar una jornada sin poner a tono los músculos, puede sobrevenir un estirón o desgarre difícil de curar. Además, el cuerpo debe tener la temperatura adecuada para optimizar la quema de calorías.
Al finalizar, también debes llevar el cuerpo al estado de quietud, tanto a nivel cardio-respiratorio como músculo-esquelético. Estira tu cuerpo, realiza profundas y lentas respiraciones, sentirás que entras en un estado especial de paz.
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Evalúa tus prácticas y sé consciente de cada paso que realizas mientras te ejercitas. Posiblemente descubras algún descuido o un pecado capital, pero ahora que lo sabes tienes la forma de corregirlo y mejorar cada día tu acondicionamiento físico. ¿Hacemos la prueba?