Sin duda, el derriere es una de las partes del cuerpo femenino que más llama la atención. No te culpamos si se ha convertido en todo un dolor de cabeza mantenerlo como quieres. Pero descuida, hemos venido al rescate. En las siguientes líneas, te contaremos los detalles de ocho excelentes ejercicios que te ayudarán a levantarlo y hacerlo lucir de 10. ¿La mejor parte? Podrás hacer los ejercicios en casa.
Así que, workout a la obra, para un cuerpo de celebrity en 3, 2, 1…
1. Sentadillas simples
Las sentadillas serán tus aliadas para poner en forma a esta sensual parte de tu cuerpo. Para empezar, las tradicionales serán excelentes para ti, eso sí, recuerda que la clave está en la técnica. Una mala posición podría afectar, sobre todo, la salud de tus rodillas.
Tus pies, deberán estar separados a la misma distancia que los hombros. Debes sacar pecho y apretar los abdominales y los glúteos, así se reforzará el efecto del ejercicio y darás mayor estabilidad a tu columna. Mira siempre al frente para mantener la posición y antes de bajar las caderas y pelvis deberán estar hacia atrás (como sacando el trasero). Con esto bajo control, desciende como si te fueras a sentar en una silla y repite varias veces.
Y recuerda, las rodillas jamás deberán pasar la línea vertical marcada por la punta de tus pies. Es importante que el peso esté distribuido en ambos pies por igual.
2. Puntillas arriba
¿Ya dominas la posición de las sentadillas? Para este ejercicio repítela, pero colocando tus pies un poco más abiertos que el ancho de los hombros con la punta sutilmente hacia afuera. Procede a agacharte doblando las rodillas hasta que tus muslos queden paralelos al piso. En esta posición –y sin levantarte– sube uno de los talones, baja y levanta el otro alternando una y otra vez.
3. Dirty Dog
En el piso, coloca las manos y las rodillas (separadas al ancho de tus cadera), tal cual como si estuvieras en la posición de la mesa. Levanta la pierna hacia afuera, flexionando las rodillas con un ángulo de 90 grados y alterna con cada pierna.
4. Piernas arriba
Aprovecha la posición inicial del ejercicio anterior, y, en vez de estirar la pierna hacia los lados, llévala hasta atrás lo más puedas. Si quieres trabajo extra, justo donde esta flexionada la rodilla, coloca una pesita, aprieta y sube.
5. Plancha y pierna arriba
Ubícate en la posición inicial de una plancha, es decir, manos y pies en el suelo manteniendo el cuerpo elevado y en línea recta. Levanta tu mirada para evitar marearte y al mismo tiempo la pierna derecha doblando la rodilla en 90 grados, recógela acercando el talón hasta tu derriere. La planta del pie de la pierna que sube, deberá estar mirando al techo para presionar aún más los glúteos. Repite varias veces, descansa y pasa a la otra pierna.
6. Reverencia y patada
Hora de levantarse. Separa los pies a nivel de las caderas y coloca tus manos juntas y a la altura de tu pecho ligeramente separadas de éste. Agáchate como si fueras a hacer una sentadilla y lleva una de las piernas hacia atrás y en diagonal manteniendo ambas rodillas a 90 grados y detrás de los dedos de los pies. Cuando este en diagonal, apoya solo los dedos de los pies en el piso. Haz una pausa y recoge extendiendo la pierna buscando dar una patada lateral. Repite, descansa y luego pasa a la otra pierna.
7. Puente con una pierna
Para esta rutina, deberás acostarte apoyando la espalda en el piso. Flexiona ambas rodillas manteniendo las plantas del piel también en el piso. Extiendo por completo una de las piernas y con ambos brazos a los lados y apoyados al piso, aprieta glúteos y empuja tus caderas hacia el cielo y baja sin tocar el suelo. Descansa, y repite con la otra pierna.
8. Dibuja un arcoíris
La posición inicial será la de cuatro puntos de apoyo. Extiende una de las piernas hasta el techo en línea recta y luego llévala en diagonal (pasando por encima de la otra pierna) tocando solo con la punta de los dedos y apretando los glúteos. Repite, descansa y pasa a la otra pierna.
Con este ejercicio, finalizamos nuestra lista de ocho recomendaciones. Ahora solo falta tu compromiso para entrenar y desde luego, si lo combinas con un menú saludable, los resultados te sorprenderán. ¿Cuándo empiezas?