Hacer dietas es una práctica muy común actualmente para cuidar la figura y sentirse bien. Sin embargo, lo mejor en estos casos será inclinarse por regímenes alimenticios con los que se pueda perder peso comiendo saludable y haciendo ejercicio, para lograr los mejores resultados.
Contar con la ayuda de un especialista en nutrición será clave para no restringir indebidamente los alimentos que aportan nutrientes esenciales y son necesarios para el funcionamiento adecuado de nuestro organismo. Recuerda que no todo vale para recuperar la silueta, pues algunas prácticas pueden resultar contraproducentes.
1. Nunca dejes de comer
Hay que partir de la idea de que para perder peso, hay que comer, nunca debe tratarse de dejar de hacerlo. Es una falla muy frecuente, centrarse en la idea de eliminar grupos de alimentos como los hidratos de carbono, grasas o azúcares, que son vitales para el cuerpo, al igual que las proteínas. Consumir solo entre 800 y 1000 calorías al día y tomar menos de dos litros de agua, será un error garrafal.
2. Consumir batidos o alimentos de un solo tipo
Lo expertos aseguran que centrar la alimentación exclusivamente en batidos verdes o dietas donde se consuma repetidamente un mismo alimento no funciona. Ello se debe a que se puede sufrir deshidratación debido a los ingredientes diuréticos que tienen muchos de estos batidos detox, además de generar pérdida de masa muscular como consecuencia de la falta de aporte de proteína de calidad.
Su bajo nivel calórico, hará que el cuerpo queme músculo para obtener energía, pierda líquido en vez de grasa y con ello se cree un efecto rebote que logrará que recuperes el peso rápidamente, cuando comiences a comer con normalidad.
3. Saltarse las comidas
Respetar los horarios dentro del patrón alimenticio es vital para que el metabolismo se mantenga acelerado. Saltarse las comidas puede parecer una buena forma para reducir la ingesta de calorías, pero lo cierto es que hace que el metabolismo se ralentice.
Lo mejor será comer cada cuatro horas, haciendo meriendas entre comidas, que perfectamente pueden ser frutas, ya que contienen fibra y te saciarán más rápido, convirtiéndose en un aliado muy nutritivo en la dieta cotidiana.
3. Hacer dietas no balanceadas
La mejor manera de llevar una alimentación equilibrada y saludable con el propósito de bajar de peso, es seguir un plan elaborado por un especialista en nutrición, o inclinarse por un régimen balanceado, que contenga la ingesta de alimentos más apropiada, es decir, cuyos aportes de proteínas sean suficientes para mantener o mejorar la masa muscular, los hidratos de carbono sean integrales y las grasas saludables, favoreciendo la saciedad y evitando la ansiedad por comidas procesadas.
Este plan deberá adaptarse a la rutina de cada persona, actividad física y horas de descanso, pues mientras más específico sea, mejor se amoldará a la rutina y se logrará la constancia requerida.
4. Abusar del ejercicio
Si bien complementar un buen plan de alimentación con ejercicios, dará rápidos y mejores resultados, es importante que se realice una progresión adecuada de actividad física que nos proteja de lesiones. La recomendación será evitar los excesos y llevar el ritmo deportivo acostumbrado, para que fluya la eliminación de las reservas de grasa de una manera natural, como complemento de un plan alimenticio adecuado.
Ya lo sabes: aléjate de los malos hábitos a la hora de hacer dieta. Las restricciones radicales y las actividades excesivas, solo entorpecerán el camino para verte y sentirte bien.