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Se conocieron a mediados de 1971 cuando ella tenía alrededor de 24 años y él 22. En ese momento ella estaba separada de Andrew Parker Bowles, con quien había tenido una relación intermitente. Carlos y Camilla empezaron como amigos, pero luego iniciaron un romance que fue volviéndose serio al punto de que él llegó a presentarle a algunos miembros de su familia. Terminaron de forma abrupta cuando él se unió a la Marina Real británica y se fue de Inglaterra a inicios de 1973.
© Getty ImagesEn el verano de ese mismo año ella se casó con Andrew Parker Bowles y ocho años después él se casó con Diana Spencer. Sin embargo, la intensidad de esa conexión inicial les ha durado toda la vida… Es bien sabido que su relación sentimental se mantuvo viva incluso durante los respectivos matrimonios de ambos.
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© Tim Graham Photo Library via GetAstrológicamente hablando, uno de los puntos clave en la unión de un Escorpión (Carlos) y una Cáncer (Camilla) es la capacidad de comprenderse emocionalmente. El elemento de ambos signos es el Agua, el cual rige el mundo de los sentimientos y la empatía. Así que por más fríos o distantes que ambos puedan parecer a simple vista, son más sensibles y vulnerables de lo que cualquiera imaginaría. La prueba es que los dos han priorizado sus sentimientos aun cuando eso implicó –durante décadas– ir contra las reglas de la sociedad y la institución monárquica, soportar el rechazo público y romper las familias que crearon en sus primeros matrimonios.
Carlos y Camilla: Una de las claves astrales de su unión
© Getty ImagesLa Carta Astral del rey Carlos lo describe como alguien exigente, orientado al detalle y obsesionado con el poder, algo comprensible si recordamos que durante 70 años vivió a la sombra de su poderosa y carismática madre en lo que esperaba subir al trono.
Escorpión, el signo del monarca, está regido por Plutón, el planeta que precisamente rige el anhelo de poder y describe a personalidades que tienden a ser controladoras y estratégicas. Además, él tiene a este planeta exaltado, o sea, posicionado en un signo (Leo) donde se expresa con especial fuerza y, por si fuera poco, activando intensamente a su propio Sol (el punto de la identidad). Esta configuración también significa que Carlos es propenso a las crisis de angustia, que puede expresar con brotes de enojo o intolerancia.
© Getty ImagesPor su parte, Camilla tiene una aglomeración de planetas en Cáncer, un signo que describe a personas a quienes les gusta cuidar y nutrir a los demás. Digamos que son cualidades maternales que seguro Carlos siempre ha valorado, considerando que durante su infancia, su propia madre la reina Isabel II, de temperamento más bien frío y pragmático, estuvo absorta en su demandante trabajo.
Además, los cuatro puntos que Camilla tiene en Cáncer (Luna, Venus, Mercurio y Sol) están en la Casa XII, una zona que representa un punto de disolución. Esto describe a la reina consorte como alguien que tiene una gran capacidad para abstraerse de las situaciones difíciles o incómodas, o sea que mientras ella esboza su amable sonrisa, es muy posible que su mente esté en otro lado, muy lejos, habitando panoramas amables y disfrutables. Y así podemos entender por qué el nivel de tolerancia de Camilla ante los exabruptos por los que su esposo es bien conocido, es muy alto.
© Getty ImagesLa química real
Algo que siempre ha compartido la pareja real es su amor por la naturaleza. La Luna en Tauro del rey Carlos, describe que el verdor, los espacios abiertos y la buena comida hacen maravillas por su temperamento. Por su lado, Camilla valora mucho el silencio y la paz del campo; de hecho, sus planetas la describen como alguien que no puede esperar a que llegue el momento en el que por fin pueda retirarse de la mirada pública y disfrutar al máximo su vida familiar.
© Getty ImagesRespecto a la vida íntima de la pareja, sus Cartas Astrales revelan que, casi desde el primer día, se sienten emocionalmente a salvo el uno con el otro. Los une una lealtad muy profunda que Carlos, como buen Escorpión, valora inmensamente. Ambos tienen un lado romántico que seguro los unió sobre todo al principio y la oposición entre sus Martes natales –el de él en Sagitario y el de ella en Géminis– describe que ambos se sienten motivados a conquistarse mutuamente sin jamás conseguirlo por completo, lo que mantiene vivo el interés.
Seguro que tienen sus desencuentros, pero el Venus en Libra de Carlos suaviza su lado bélico, sobre todo con su mujer; mientras que ella tiene el don de que las cosas “se le resbalan” fácilmente y tampoco es capaz de guardar rencores demasiado profundos.
© Getty ImagesEl futuro de su relación
En 2026 se les augura una temporada compleja en el área sentimental debido a que Saturno, el gran maestro, estará retando a sus respectivos Venus (el planeta del matrimonio). Sin embargo, cuando se trata de una relación que ha superado tantas pruebas como ésta, los aspectos saturnianos pueden simbolizar etapas donde más bien la relación ofrece una cosecha que sirve como apoyo para soportar retos en otras áreas.
