Con profundo pesar, Roberto de Luxemburgo ha confirmado la muerte de su hijo menor, Frederik de Nassau, a los 24 años, tras una larga batalla en contra del POLG, una rara enfermedad que le fue dianosticada hace algunos años. A través de un extenso comunicado, el cual fue publicado en la página web de la Fundación POLG, la cual fue creada por Frederik para apoyar las investigaciones sobre su padecimiento, el padre del joven príncipe compartió un conmovedor mensaje en el que reveló cómo fue que su hijo enfrentó sus últimas horas de vida y la forma en la que lograron despedirse de él.
Aunque el fallecimiento de Frederik ocurrió el pasado 28 de febrero, según detalló Roberto de Luxemburgo en su comunicado, ha sido hasta este fin de semana que han dado a conocer la noticia. "Con gran pesar, mi esposa y yo queremos informarles del fallecimiento de nuestro hijo, el fundador y director creativo de la Fundación POLG, Frederik. El viernes pasado, 28 de febrero, en el 'Día de las Enfermedades Raras', nuestro amado hijo nos llamó a su habitación para hablar con él por última vez. Frederik encontró la fuerza y el coraje para despedirse de cada uno de nosotros por turno: su hermano, Alexander; su hermana, Charlotte; yo; sus tres primos, Charly, Louis y Donall; su cuñado, Mansour; y, por último, su tía Charlotte y su tío Mark. Ya le había dicho todo lo que sentía en su corazón a su extraordinaria madre, que no se había separado de él en 15 años", señaló.
Frederik nació con un trastorno genético que roba energía a las células del cuerpo, lo que a su vez causa disfunción e insuficiencia progresiva de múltiples órganos; sin embargo, no fue hasta los 14 años que los médicos lo diagnosticaron. "Aunque no lo sabíamos, en el momento de su nacimiento, Frederik nació con una enfermedad rara: la enfermedad mitocondrial POLG. Como es el caso de 300 millones de personas como Frederik en todo el mundo, estas enfermedades suelen ser difíciles de reconocer incluso para los médicos, y las familias de los pacientes pueden nunca saber qué padecen, ya que pueden ser identificadas muy tarde en su progresión. A Federico le diagnosticaron POLG a la edad de 14 años, cuando sus síntomas se mostraban más claramente y cuando la progresión de su enfermedad se había vuelto más aguda", explicó el príncipe.
Roberto de Luxemburgo recordó que Frederik le preguntó si es que se sentía orgulloso de él, siendo esto lo último que le diría a su padre. "Apenas había podido hablar durante varios días, por lo que la claridad de estas palabras era tan sorprendente como el peso del momento era profundo. La respuesta era muy fácil, y la había escuchado tantas veces... Pero en ese momento, necesitaba que se le asegurara que había contribuido con todo lo que podía en su corta y hermosa existencia y que ahora finalmente podía seguir adelante", señaló.
El príncipe no perdió la oportunidad de destacar la fortaleza que su hijo demostró a lo largo de su vida, incluso en los momentos más sombríos. "Luchó valientemente contra su enfermedad hasta el final. Su indomable deseo de vivir lo impulsó a superar los desafíos físicos y mentales más difíciles. Nuestro alegre Frederik vio la belleza en todo. Su hermano Alexander cuenta que, mientras Frederik estaba recientemente hospitalizado luchando contra una neumonía y otra infección grave y no podía moverse ni tomar fotografías, le pidió a Alexander que capturara la puesta de sol".
Continuarán con su legado
Finalmente, Roberto de Luxemburgo se mostró orgulloso del legado de su hijo, quien a través de su fundación trabajó incansablemente a investigación y desarrollo de terapias para la enfermedad POLG, por lo que dijo, ahora que él ha partido seguirán adelante con su iniciativa. “Frederik fue un verdadero superhéroe para nuestra familia y para muchos. Su misión no está completa, y seguimos comprometidos a encontrar una cura para salvar a otros de lo que él sufrió,” afirmó el príncipe en su mensaje.