Tal como se había previsto desde que anunció el fin de su tratamiento de quimioterapia, la princesa Kate está retomando poco a poco sus compromisos oficiales. Un mes después de su aparición junto al príncipe William en Southport, la Princesa de Gales ha participado por primera vez en dos eventos consecutivos desde que se dio a conocer su diagnóstico de cáncer. La ocasión no podía ser más significativa para ella y toda la Familia Real británica: se trata del Día del Recuerdo.
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La noche del pasado 9 de noviembre, la princesa Kate y el príncipe William acompañaron al rey Carlos III, quien presidió el Festival Anual del Recuerdo de la Legión Real Británica. El concierto anual celebrado en el Royal Albert Hall, de Londres, es uno de los eventos imprescindibles de las conmemoraciones del Día del Recuerdo, fecha en la que se rinde homenaje a los integrantes de las Fuerzas Armadas de Gran Bretaña y civiles han perdido la vida en la guerra, específicamente desde la Primera Guerra Mundial.
Como era de esperarse debido a sus esporádicas apariciones a lo largo del año, las miradas se centraron en la Princesa de Gales, quien acudió a la velada vestida de un negro impecable. Kate, quien se mostró relajada y sonriente, usó un elegante vestido-abrigo que llegaba a la altura de las rodillas, con solapas y botones dorados. También usó unas medias negras y unos stilettos. Para complementar su atuendo, usó unos pendientes de perla y un pequeño bolso de Chanel. Como todos, Kate usó el característico broche de flor de amapola, símbolo de los caídos.
Tras su llegada al emblemático reciento londinense, la princesa Kate ocupó su lugar en el palco de honor al lado del príncipe William. Junto a ellos se encontraba el rey Carlos, quien en esta ocasión acudió sin la compañía de la reina Camilla, así como la princesa Ana y su esposo, el vicealmirante Tim Laurence, así como los Duques de Edimburgo y la Duquesa de Gloucester.
Los integrantes de la Familia Real británica atestiguaron una emotiva interpretación realizada por la orquesta de los Royal Marines y la banda del Airforce Regiment, quienes recibieron una merecida ovación por parte del público. El concierto de música clásica, en el que también estuvo presente el primer ministro Keir Starmer, fue retransmitido en directo por la televisión pública BBC.
La emotiva ceremonia en el Cenotafio de Whitehall
Un día después de la velada en la Royal Albert Hall, la princesa Kate acudió al Cenotafio de Whitehall, en Londres, donde se realizan los eventos principales en conmemoración del Día del Armisticio.
Visiblemente emocionada, la princesa de Kate presenció la ceremonia presidida por el rey Carlos III desde el balcón de la Oficina de Relaciones Exteriores, Commonwealth y Desarrollo, junto a Sophie de Edimburgo. Como lo hizo durante el concierto de la noche anterior, se apegó a los protocolos usando un atuendo sobrio de color negro.
En esta ocasión, la Princesa de Gales usó un abrigo negro de inspiración militar con detalles en los hombros, botonadura simple, cuello alto y un lazo de terciopelo. Además, usó un tocado negro con detalles de flores y redecilla. Esta pieza la llevó sobre un elegante recogido de moño, con el que dejó ver sus pendientes de perlas, diferentes a los de la noche anterior, y que pertenecieron a la reina Isabel II.
Más allá de su atinado atuendo, hubo algo que llamó especialmente la atención durante esta aparición pública: su emotiva reacción durante la ceremonia. La Princesa de Gales fue captada mientras cerraba los ojos e inclinando la cabeza en señal de respeto durante los dos minutos de silencio que se les dedicaron a los caídos. En tanto, el príncipe William acompañó a su padre y a sus tíos, todos ataviados en indumentaria militar, a depositar una corona de amapolas rojas en homenaje a los caídos.