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Desde el domingo pasado las alertas en la Familia Real Británica se volvieron a encender por la salud de uno de sus miembros. La princesa Ana, de 73 años, había ingresado al hospital por una caída que le dejó lesiones menores en la cabeza, un incidente que sufrió el mismo domingo mientras montaba a caballo en su finca de Gatcombe Park en Gloucestershire. Este martes su esposo, Sir Timothy Laurence, actualizó su estado de salud, asegurando que "se recupera lentamente".
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A las afueras del Hospital Southmead en Bristol, sir Tim expresó que la Princesa "se encuentra bien, lento pero seguro". Los medios británicos lo captaron con una bolsa térmica en la que el había llevado un poco de comida con el sabor hogareño, todo con el fin de consentirla en estos momentos en los que requiere más cariño para lograr una pronta recuperación.
La hija de la Princesa, Zara Tindall, también fue vista en el hospital, a donde acudió preocupada por el bienestar de su mamá. Según informes locales, tanto Zara como Peter Phillips y Sir Timothy estuvieron presentes con la princesa Ana cuando ocurrió el accidente. Si bien no se han compartido los detalles de la caída y qué causó el golpe, los médicos habrían considerado que el impacto fuerte podría haber sido por un choque con la cabeza o las patas del caballo.
La princesa continuará bajo observación médica, tal como lo informó el Palacio de Buckingham a través de un comunicado: "Es como medida cautelar y se espera que se recupere total y rápidamente".
En él agregaron los buenos deseos de su hermano, el rey Carlos III, quien por el momento se encuentra cumpliendo con la agenda oficial por la visita del emperador Naruhito y la emperatriz Masako de Japón, a quienes ha recibido con los brazos abiertos junto a su esposa, la reina Camilla.
"El Rey se mantiene estrechamente informado y se une a toda la Familia Real para enviar su cariño y sus mejores deseos a la Princesa para una pronta recuperación", se puede leer en el comunicado.
Su salud como prioridad
Por ahora, la salud de la Princesa es lo más importante, por lo que sus actividades agendadas para los días posteriores tendrán que ser postergadas con el fin de darle tiempo para una total recuperación; entre ellas el banquete del Rey para el emperador japonés o el viaje que tenía planeado a Canadá. "Por consejo de los médicos, los compromisos de Su Alteza Real para la próxima semana se pospondrán. Su Alteza Real envía sus disculpas a cualquiera que pueda sentirse incómodo o decepcionado como resultado", aseguró un portavoz.