La princesa Catharina-Amalia de Países Bajos hizo una aparición deslumbrante en su primer banquete estatal. La Princesa de Orange asistió al evento, organizado por sus padres, el rey Willem-Alexander y la reina Máxima, en honor del rey Felipe y la reina Letizia de España, en el Palacio Real de Ámsterdam el miércoles por la noche.
La joven de 20 años sorprendió para la ocasión con un vestido de capa azul medianoche, que complementó con la tiara Ruby Peacock, un collar y aretes a juego.
Amalia posó para fotografías junto a su abuela, la princesa Beatriz de Holanda y la princesa Margarita de Holanda. La futura reina estaba en el centro detrás de su padre, el rey Willem-Alexander y el rey Felipe, mientras Letizia y Máxima, quienes también vestían en tonos azul, y se sentaron junto a sus respectivos maridos.
El rey y la reina holandeses dieron la bienvenida oficialmente a la realeza española ese mismo día en una ceremonia en la plaza Dam de Ámsterdam. Antes de su visita de Estado a los Países Bajos, el rey Felipe otorgó a Amalia, primera en la línea de sucesión al trono holandés, la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica.
La princesa Amalia, una fan de las tiaras
Si bien el miércoles fue el primer banquete de estado de la princesa holandesa, no fue la primera vez que usó una tiara. Amalia hizo su debut oficial con este accesorio en 2022, usando la tiara que su madre Máxima llevó el día de su boda, en la cena de gala del cumpleaños número 18 de la princesa Ingrid Alexandra de Noruega.
Desde entonces, la princesa ha usado tiaras en la boda del príncipe Ferdinand zu Schwarzenberg y Marie Friling, en el banquete de bodas real del príncipe heredero Hussein y la princesa Rajwa de Jordania y en la cena de gala del cumpleaños número 18 del príncipe heredero Christian de Dinamarca.
La princesa habló de su “amor” por las tiaras en el libro Amalia, de Claudia de Breij. “Muéstrame una tiara y sabré de dónde viene. Puedo reconocer todas las tiaras de Europa”, dijo Amalia. “Yo me ponía las de mi madre. Cuando había una en su tocador, minutos después lo tenía directamente en mi cabeza”.