En medio de la desafiante situación que enfrente la familia real británica por los diagnósticos médicos del rey Carlos III y la princesa Kate , dos de sus integrantes más importantes, se ha dado a conocer un sorpresivo anuncio. El monarca ha decidido abrir al público por primera vez el Castillo de Balmoral, la histórica edificación que fue la última morada de la fallecida reina Isabel II . Esta resolución ha reafirmado la línea abierta y transparente que el soberano ha adoptado para su reinado.
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Si bien los recorridos por los jardines se han realizado durante años, desde que se completó su construcción en 1855, el castillo de Balmoral nunca había abierto sus puertas al público, pero este verano esto cambiará. Se realizarán visitas guiadas entre el 1 de julio al 4 de agosto, antes de que el rey y su esposa, la reina Camilla, lleguen para sus tradicionales vacaciones de verano en Escocia.
Como era de esperarse, las entradas para este tour por el interior del castillo se agotaron rapidamente, así que muchos royal fans se quedarán con las ganas de conocer de cerca una de las residencias más icónicas de la familia real. Los tickets se ofrecieron por un precio de £100 o £150 con té incluido, cuota que oscilaría entre los 129 y 190 dólares aproximadamente.
Solo se ofertaron 40 entradas por día, y los tours estarán restringidos a grupos de 10 personas. Serán pocos los afortunados que podrán adentrarse en la que fue por mucho tiempo una de las residencias más privadas de la familia real, y la que la fallecida Isabell II consideraba su lugar “más feliz”.
Conocedores del mundo de la realeza, como Danielle Stacey, corresponsal de HELLO! han señalado que el rey tiene la intención de que las residencias reales sean más accesibles al público. “Es una de las muchas medidas de Su Majestad para hacer la monarquía más transparente, especialmente en tiempos de crisis sobre el costo de vida. Se ha informado ampliamente que quiere transformar lugares como Sandringham, Balmoral, el Castillo de Windsor y el Palacio de Buckingham de espacios ‘privados’ a lugares públicos”, expresó.
Un lugar lleno de historia
Ubicado en más de 50 mil acres en Aberdeenshire, Escocia, este el Castillo de Balmoral fue también el refugio favorito de la reina Victoria, tal como ella misma lo plasmó en sus diarios, refiriéndose al lugar como su “querido paraíso en las Tierras Altas”, un sitio donde “todo parecía respirar libertad y paz y hacer olvidar el mundo y sus tristes turbulencias”.
Los muros de esta edificación han sido testigo además de algunos de los momentos más oscuros de la familia real Cuando se supo la noticia de la muerte de la princesa Diana en 1997, sus hijos, el príncipe William y el príncipe Harry estaban de vacaciones precisamente en Balmoral junto a su padre y sus abuelos.
“Estaba en Balmoral cuando me dijeron que mi madre había muerto. Aún en shock, encontré refugio en el servicio en Crathie Kirk esa misma mañana”, contó William en el documental de la BBC sobre su madre. “Y en los días oscuros de dolor que siguieron, encontré consuelo y consuelo en el aire libre escocés. Como resultado, la conexión que siento con Escocia será profunda para siempre”, contaba.