La popularidad y privilegio que manejan los miembros de la realeza mundial no los exime de enfrentar momentos retadores en la vida. Después del anuncio que realizó hace unos días la princesa de Gales, Kate Middleton, en el que dio a conocer que ha comenzado un tratamiento preventivo de quimioterapias: “Pienso en todos aquellos cuyas vidas se han visto afectadas por el cáncer. En todos aquellos que se enfrentan a esta enfermedad, en cualquier lugar”. Echamos un vistazo al pasado para hacer un recuento de las princesas que, en los últimos años, han enfrentado alguna situación retadora en los últimos años.
De la misma forma en la que Kate enfrenta este reto de salud, en el pasado, otras mujeres miembros de familias reales en el mundo han experimentado tiempos difíciles y angustias. Públicamente, la princesa heredera de Suecia, Victoria y la princesa Mette-Marit de Noruega, han compartido detalles de los capítulos más duros de sus vidas.
Victoria de Suecia
Fue hace más de 26 años, cuando la princesa heredera al trono de Suecia, Victoria, enfrentó públicamente el problema de salud por el cuál tuvo que retrasar su ingreso a la universidad de Uppsala. En aquel entonces, el palacio sueco fue el encargado de compartir detalles del padecimiento de la princesa quien recordó su lucha contra la anorexia, en 2017, antes de cumplir 40 años, fecha en la que se sinceró sobre este padecimiento que enfrentó en la juventud.
La lucha de la heredera del trono contra la anorexia
Fue durante el programa especial La princesa heredera Victoria, 40 años, transmitido por la televisión sueca, donde recordó aquel capítulo de su vida: “En los Estados Unidos recibí ayuda profesional, lo cual fue muy importante para mí. Simplemente aprendí a poner palabras a los sentimientos y así poder establecer límites y no esforzarme demasiado, lo cual me resultó fácil. Quería todo el tiempo mucho más de lo que podía hacer”, reconoció sobre aquel pasaje de su vida.
Su testimonio, un acto de valentía
En su momento, Victoria de Suecia agradeció públicamente a los medios por permitirle recuperarse en privado. Tras su tratamiento en Estados Unidos, la princesa heredera al trono concedió una entrevista con motivo de sus 21 años de edad: “No siempre se trata de problemas externos. También puede venir de dentro y le puede pasar a todo el mundo, no sólo a las niñas, sino también a los niños. Necesitaba tiempo para arreglar las cosas y recuperar el equilibrio”.
El duelo de Máxima
En 2018, Máxima de Holanda enfrentó uno de los momentos más complicados de su vida con la repentina muerte de su hermana Inés Zorreguieta, quien partió a la edad de 33 años de edad. En aquel entonces, la argentina dio lecciones de fortaleza al hablar con los medios, tiempo después de su despedida: “Hoy es mi primer día de regreso al trabajo, después de un momento muy difícil”, declaró entre lágrimas. En aquella ocasión, eligió el Centro de Terapia de Protones, en Groningen, para retomar sus actividades.
La depresión de su hermana
En aquella visita a los enfermos de cáncer, la reina consorte, habló de la partida de su hermana: “Este lugar significa mucho para las personas con cáncer. Personas que están enfermas, pero que esperan una cura. Mi querida y talentosa hermanita Inés también estaba enferma. No podía encontrar alegría y no podía curarse”, comentó haciendo referencia a la depresión que le arrebató la vida a su hermana.
El período más oscuro de su vida
En aquella ocasión, Máxima de Holanda agradeció a los medios por el trato que le dieron a la lamentable noticia de la muerte de su hermana: “Nuestro único consuelo es que por fin ha encontrado la paz. Me gustaría decirle lo agradecidos que estamos por las innumerables cartas, mensajes y muestras de cariño que hemos recibido. Realmente nos han ayudado. Me gustaría agradecer el respeto que todos han mostrado a mi familia en este período tan oscuro. Gracias, gracias, gracias”, dijo en su reaparición pública tras despedir a su hermana.
Charlene de Mónaco
Otra princesa que tuvo que enfrentar un problema de salud de manera pública es Charlene de Mónaco quien, en el 2021, pasó más de seis meses en Sudáfrica, tras presentar una infección otorrinolaringológica, que la llevó al quirófano en más de una ocasión. A través de un comunicado oficial, la esposa del príncipe Alberto, se vio obligada a informar su ausencia en su décimo aniversario de bodas: “Este año será la primera vez que no estaré con mi esposo, en nuestro aniversario en julio, lo cual es difícil y me entristece. Sin embargo, Albert y yo no tuvimos más remedio que seguir las instrucciones del equipo médico a pesar de que es extremadamente difícil. Ha sido un apoyo increíble para mí”.
Su familia, la mejor medicina
La princesa Charlene compartió que, a pesar de no vivir su recuperación en Mónaco, el amor de su familia a la distancia era su gran fortaleza: “Mis conversaciones diarias con Alberto y mis hijos me ayudan enormemente a mantener el ánimo en alto, pero extraño estar con ellos. Fue especial que mi familia me visitara en Sudáfrica y fue realmente maravilloso verlos. No puedo esperar para reunirme con ellos”, se leía en su comunicado.
Su regreso triunfal a Mónaco
Después de casi medio año en Sudáfrica, la princesa Charlene se pudo reencontrar con su familia en Mónaco, en noviembre del 2021. Fue en mayo del siguiente año, cuando la esposa del Príncipe Alberto reapareció de manera pública en el Campeonato Mundial ABB FIA de Fórmula E en Mónaco.
Mette-Marit de Noruega
En octubre del 2018, el Palacio Real de Noruega confirmó que la princesa heredera Mette-Marit fue diagnosticada con fibrosis pulmonar crónica, una enfermedad que se produce cuando el tejido pulmonar se daña y cicatriza.
Las primeras declaraciones de la princesa
Tras darse a conocer su diagnóstico, Mette-Marit habló públicamente de este padecimiento: “Durante varios años, he tenido problemas de salud de forma regular, y ahora sabemos más sobre cuáles son. Aunque tal diagnóstico limita mi vida a veces, me alegro de que la enfermedad haya sido descubierta tan temprano. Mi objetivo es seguir trabajando y participar en el programa oficial tanto como sea posible”, dijo tiempo después de hacerse pública su lucha.
Mette-Marit de Noruega
Debido a esta enfermedad, la princesa heredera al trono ha disminuido sus apariciones públicas: “Me agoto más rápido que antes, así que hoy tengo que cuidarme más que antes, comentó en entrevista con la televisión NRK, en 2019.
Letizia de España
En el año de 2007, la reina Letizia de España enfrentó uno de los momentos más retados de toda su vida: el sensible fallecimiento de su hermana menor, Erika Ortiz. La esposa del Rey Felipe VI de España atravesó esta complicada situación en medio de la dulce espera de su segunda hija.
El último adiós a su hermana
En medio del dolor que le provocó la repentina muerte de su hermana, a la edad de 31 años, la reina Letizia asistió a su funeral de la mano de su esposo, quien se convirtió en su mayor apoyo en aquellos momentos de adversidad: “Gracias a todos los que han mostrado su solidaridad tras la muerte de mi hermana pequeña”, declaró a la prensa en aquella ocasión.
Comprometida con la causa
A partir del sensible fallecimiento de su hermana, la reina ha querido hacer consciencia sobre la salud mental, tal como lo hizo en 2023, cuando abrió su discurso en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, diciendo: “Si hoy o mañana un periódico escribe: ‘La reina rapea por el Día de la Salud Mental’, llamará la atención sobre la causa”, dijo, antes de rapear sobre el escenario un fragmento de una canción del madrileño El Chojin.
Masako de Japón
En 2004, la Agencia de la Casa Imperial confirmó que la princesa Masako había sido diagnosticada con un “trastorno de adaptación”. Se retiró de la vida pública durante más de una década, poco a poco ha ido retomando sus actividades: “A veces me siento insegura sobre hasta qué punto podré servir a la gente. Pero me esforzaré a hacer lo mejor que pueda para poder contribuir a su felicidad”, declaró en 2019