La casa real británica vive un momento mediático derivado a los temas de salud que envuelven a dos de sus integrantes más importantes: el rey Carlos III y Kate Middleton, princesa de Gales . En medio de esta situación, en la que tanto su padre como su esposa han tenido que ausentarse de compromisos públicos, el príncipe William ha seguido cumpliendo con sus deberes. El heredero al trono asistió recientemente al funeral privado de Thomas Kingston, esposo de Lady Gabriella Windsor, el cual se realizó en Londres. Como ha sucedido últimamente, el primogénito del soberano acudió a esta cita en solitario.
Según reportó HELLO! , el príncipe William fue uno de los miembros de la familia real británica que acudieron a presentar sus respetos durante el servicio religioso que se llevó a cabo el pasado 12 de marzo en la Capilla Real del Palacio de St James, poro antes del mediodía.
Además de Lady Gabriella y sus padres, el príncipe Michael de Kent y la princesa María Cristina de Reibnitz, al funeral acudieron también Eduardo, duque de Kent, y la princesa Alexandra, así como miembros de la familia Kingston y amigos cercanos. En total, unas 140 personas se congregaron para darle el último adiós a Thomas.
El financiero falleció el pasado 25 de febrero a los 45 años, fue hallado sin vida en una casa Gloucestershire, al oeste de Inglaterra. Su viuda Lady Gabriella es prima segunda del rey Carlos III, pues el padre de ella, el príncipe Michael de Kent, era primo de la fallecida reina Isabel II.
La comprensible ausencia de Carlos III y la princesa de Gales
La ausencia del monarca en el funeral de Thomas Kingston no ha sido sorpresiva, pues es más que sabido que Carlos III se encuentra en medio de un tratamiento contra el cáncer que le fue diagnosticado recientemente. Por su parte, la reina Camilla no pudo asistir a los servicios debido a que fue la encargada de presidir una recepción en el Palacio de Buckingham con motivo del Día Internacional de la Mujer.
Por su parte, Kate Middleton continúa en su recuperación de la cirugía abdominal a la que fue sometida a mediados enero, y por la que se anticipó, no retomaría sus compromisos hasta después de la Pascua.