El Palacio de Buckingham está de fiesta con la celebración del cumpleaños 75 del Rey Carlos III. Convertido en monarca, el primogénito de la Reina Isabel llega a esta edad en una etapa completamente distinta de su vida, con sus capítulos buenos por delante, pero también con algunos detalles que atenúan la felicidad. Mientras que se había preparado durante por lo menos seis décadas para esta posición, la partida de su madre ha sido un duro golpe, para muestra de esto, las lágrimas que nublaron sus ojos en la develación de las estatuas en honor a Isabel II y el Duque de Edimburgo durante el concierto por el Remembrance Day, Por un lado se le ve genuinamente cómodo y feliz en su matrimonio con Camilla, mientras que por el otro continúan las especulaciones sobre un marcado distanciamiento con su hijo menor. Este cumpleaños 75 ha sido un nuevo motivo para que se den rumores en torno a su relación y es que mucho se habló sobre la falta de invitación a Harry y Meghan para celebrar este día con el monarca. A pesar de lo que se llegó a decir, parece que nunca se tuvo planeada una gran fiesta familiar y según reportan medios locales, Carlos ha decidido festejar en privado, con apenas y un puñado de amigos. Por supuesto, la agenda real no se detiene por un cumpleaños y esta mañana Carlos y Camilla aparecieron en el lanzamiento del Coronation Food Project. Además, el monarca ha recibido las felicitaciones en los respectivos perfiles de redes sociales de la Familia Real británica, y no han faltado los recuerdos, el más emotivo, tal vez, aquel en el que se recuerda cómo narró Isabel II la llegada de su primer hijo, el bebé que se convertiría en el heredero al trono.
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Por primera vez en 65 años, el 14 de noviembre de 1948, Londres era escenario de un nacimiento real. El Palacio de Buckingham era el lugar en el que después de 30 horas de labor de parto, los médicos habían decidido practicar una cesárea a la entonces Princesa Isabel, para que a las 21:14 h llegara al mundo el entonces Príncipe Carlos, quien aseguraba la sucesión real entre los Windsor. La buena nueva era celebrada por la gente que se había reunido en las calles para enterarse de la llegada, y desde el primer momento de su vida, Carlos era protagonista de primera plana.
Ha sido a través de una carta que Isabel II escribía a su maestra de música unas semanas del nacimiento que se ha sabido cómo recordaba la orgullosa madre la llegada. “El bebé es muy dulce y estamos enormemente orgullosos de él. Tiene un interesante par de manos para un bebé. Son particularmente grandes, pero con dedos largos y finos, muy distintos a los míos, y definitivamente, diferentes a los de su padre. Será interesante ver en qué se convierten”, decía, aparentemente pensando que su pequeño tendría facilidad para el piano por lo largos de sus dedos.
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Aprovechando su cumpleaños para una buena causa
Si aquel día de su nacimiento se cumplía con las tradiciones al pie de la letra, con los cañonazos correspondientes, en su cumpleaños 75, Carlos III ha decidido ser un poco más práctico. Si bien, no han faltado los disparos en su honor, a sabiendas de que las miradas estarían sobre él en este día tan especial, decidió utilizar la atención para promover una buena causa. El monarca británico apareció esta mañana del brazo de su esposa, Oxfordshire para el lanzamiento del Coronation Food Project, un proyecto que él mismo creó ante su preocupación por el desperdicio de comida. Su intención es recaudar fondos que se destinen para las organizaciones que ya se encuentran trabajando en evitar el desperdicio de alimentos, que solamente en Reino Unido representa 12 millones de toneladas de forma anual, haciéndolos llegar a las personas que los necesitan.
A pesar de que se trataba de una ocasión sobria, no han faltado las felicitaciones y en algún momento, se preguntó al monarca si le podían cantar el tradicional Happy Birthday, lo que aceptó gustoso, mientras tímidamente sonreía mientras le cantaban.