Desde hace décadas, la vida de la Familia Real británica ha sido objeto de completo análisis. Si se piensa que The Crown es el inicio de esta obsesión con los royals, falta echar un largo vistazo hacia atrás. Desde aquellos años en los que Edward VIII abdicaba para mantener su relación con Wallis Simpson, el compromiso y matrimonio de Isabel II y todo tipo de sucesos posteriores, en los que el capítulo de la Princesa Diana fue probablemente el más llamativo, la vida de los Windsor ha sido seguida en todo momento. En esta historia, la más parecida a un cuento de hadas moderno, es probablemente la del Príncipe William y su esposa, la Princesa de Gales Kate Middleton. Heredero de la sonrisa de su madre, en su juventud, William era el soltero más codiciado en todo el mundo. Después de haber crecido bajo el escrutinio público, a sabiendas de su posición, en ese entonces como segundo en la línea de sucesión, la mirada estaba puesta en quién sería la mujer que conquistaría su corazón. Curiosamente, el flechazo se daría en uno de los momentos más privados del Príncipe. A pesar de que su vida estuvo documentada desde el primer momento en que se dio la noticia de que la Princesa Diana estaba embarazada, su vida académica logró mantenerse alejada de los reflectores. Tal como sucede con sus hijos, a pesar de que cumplía con sus apariciones públicas reglamentarias, la mayor parte del año podía vivir sus días como un estudiante más. Fue esto, precisamente lo que permitió que en los pasillos de la Universidad de St. Andrews se diera el flechazo con la que se convertiría su esposa y la madre de sus hijos. Pero, ¿cómo es que se logró que la vida universitaria del Príncipe William se librara de cualquier tipo de filtración mediática? El vicerrector de la famosa institución, al momento en el que William era un estudiante, ha confirmado sobre lo que mucho se sospechaba.
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“Andrew Neil, el señor rector de la universidad, al ser un hombre muy experimentado con los periódicos, nos ayudó a negociar un acuerdo con la prensa británica, en el que dejarían en paz a William a cambio de una oportunidad de fotografiarlo una vez al semestre. Y en general, eso funcionó”, explicó a HELLO! el Dr. Brian Lang, que en ese momento era el director y vicerrector de la universidad mientras tanto William como Kate estudiaban ahí.
Esto puede sonar muy conocido, pues parece que es como funciona al pie de la letra la vida del Príncipe George, la Princesa Charlotte y el Príncipe Louis. Pero, en el caso de los niños Gales, las cosas van un paso más adelante. Son sus padres quienes toman las fotografías de sus hijos y las comparten con la prensa. Sin necesidad de una sesión de fotos con los medios, los Príncipes de Gales pueden tener control sobre las imágenes que se encuentran publicadas de sus hijos. De esta manera, los niños pueden tener una infancia lo más normal posible dentro de las limitantes de su papel dentro de la Casa Real.
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A finales de mayo del 2021, casi a la fecha una década después de que llegaran al altar, el Príncipe William y Kate regresaron a los pasillos de la Universidad de St. Andrews, en donde se comenzó a escribir su historia de amor. Según se sabe desde aquel entonces, en el 2001, todo empezó con una amistad que se comenzó a forjar gracias a los encuentros que se daban en el pasillo de la residencia que los estudiantes de los primeros semestres comparten en la institución. Una de las compañeras de la pareja en su época de estudiantes, Laura Warshauer, narró a People sobre aquella época: “Siempre que Kate estaba en la habitación, Will estaba, obviamente, poniéndole atención. Cuando estábamos sentados en la comida en el comedor, los dos platicaban, era increíble ver lo natural que fue, cómo tenían mucho qué decirse. En retrospectiva, hubo todos estos pequeños momentos, claros momentos en los que yo estaba como, ‘Wow, esto podría ser algo’”.
De aquella amistad vendría la propuesta de William, tanto para Kate como para otros dos amigos, de mudarse juntos a una casa cerca del campus al momento de tener que dejar el dormitorio. “Nos mudamos juntos como amigos. Vivíamos con algunos otros también, y un poco, como que floreció de ahí, en verdad. Nos veíamos más, y tú sabes, pasábamos más tiempo juntos y hacíamos cosas”, contaba nervioso sobre esta época el Príncipe durante su entrevista de compromiso con la BBC. Tal como él explicaba, en esta nueva residencia sería en donde comenzaría su historia de amor que iría creciendo hasta que después de una década de romance e incluso una pausa en su relación, se darían cuenta de que sus caminos estaban entrelazados y decidirían comprometerse en matrimonio.
