La mañana del 8 de septiembre de 2022 se levantaron las alarmas, por primera vez en más de 70 años de reinado, se anunciaba que el estado de salud de la Reina Isabel decaía, y solamente unas horas después, se daría la lamentable noticia, la monarca había partido. Su familia al completo cerraría filas y el Príncipe William y Kate Middleton, se convertirían ante la sucesión de Carlos III al trono, en los nuevos Príncipes de Gales. El mundo vería con pesar a una familia completamente conmovida ante la pérdida, pero también a un pueblo que salía a despedir a quien fuera su inamovible estandarte por más de siete décadas. Como suele suceder en estos casos, el tiempo se ha ido volando y ha pasado ya un año de aquella dolorosa despedida. Siguiendo los pasos de su madre, Carlos III decidió conmemorar este día refugiado en Balmoral, en donde la Reina dio sus últimos respiros, tal como ella hacía año con año en febrero en la residencia de Sandringham durante el aniversario luctuoso de su padre. Ante la noticia de que el nuevo monarca pasaría el aniversario de su ascensión al trono en completa reflexión, se sabía que serían los Príncipes de Gales -que en los últimos meses han tomado un papel protagonista- los que encabezarían los homenajes públicos en memoria de la Reina Isabel. La ocasión ha sido también la reaparición de Kate tras las vacaciones de verano, después de semanas alejados de la mirada pública, William retomó su agenda el miércoles de esta semana y ahora es la Princesa de Gales quien ha continuado con su calendario.
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Los Príncipes de Gales viajaron esta mañana hasta Pembrokeshire, para acudir a la Catedral de St. Davids, en donde Kate fue la encargada de colocar un ramo de flores blancas junto a un retrato de la Reina. Si a su llegada al recinto, se vio a la pareja alegre y agradecida con la gente que se había reunido a verlos, dentro de la catedral las cosas eran distintas, se les veía sobrios y conmovidos, ante el recuerdo de quien fuera más allá de la reina, la completa matriarca de la familia. La pareja tuvo un momento de reflexión frente al retrato de la Reina, antes de seguir su ejemplo y salir a agradecer a la gente reunida. Como es sabido, la monarca era una firme creyente en el trabajo y el deber, por lo que parece que la familia decidió que en esta ocasión no había mejor manera de seguir su ejemplo que con una aparición pública de este tipo, en la que pudieran reunirse con su pueblo en un lugar en el que Isabel II estuvo en cuatro ocasiones distintas durante su reinado.
Las palabras de los Príncipes de Gales
Desde las primeras horas de este 8 de septiembre, en los distintos perfiles de redes sociales de la Familia Real británica se ha hecho honor a la memoria de Isabel II. Junto a una serie de fotografías en las que se ve a la Reina sonriendo, tanto con su gente como con sus bisnietos y la familia de William y Kate, a título personal, los Príncipes de Gales escribieron: “Hoy recordamos la extraordinaria vida y legado de Su Difunta Majestad, la Reina Isabel. Todos te extrañamos. W & C”. La pareja también compartió imágenes de su aparición en Pembrokeshire apuntando: “Un momento de reflexión en la Catedral de St. Davids honrando a Su Difunta Majestad y todo lo que hizo por comunidades como ésta alrededor de Reino Unido, el Commonwealth y el mundo”.
El sombrero de Kate para su reaparición en Balmoral
El look de Kate para esta especial ocasión
Para una ocasión como ésta, la Princesa de Gales decidió recurrir a su versión más clásica, con un guiño a Isabel II. En esta aparición se le vio llevando su coat dress en burgundy de la firma Eponine, el cual usó en diciembre pasado durante el concierto Together at Christmas, en el que reunió a toda la Familia Real. Lo ha combinado con su bolso en el mismo color modelo Bayswater de Mulberry, unos tacones a juego, aparentemente de Gianvito Rossi, y un tocado en el mismo burgundy, que lucía con la melena completamente recogida en un moño bajo. En un guiño directo a Isabel II, Kate ha elegido los aretes de perlas y diamantes que pertenecieron a la Reina.