El Príncipe Harry ha creado una vida alejado de Reino Unido en Montecito, California, en donde se ha establecido con Meghan Markle y sus dos hijos. En cuestión de tres años, su vida ha dado un giro por completo. De forma pública, todo comenzó a cambiar en el 2018 cuando contrajo matrimonio con Meghan, con lo que parecía un futuro muy prometedor de la mano de los Príncipes de Gales como el rostro joven de la Familia Real británica, compartiendo compromisos públicos y proyectos, pero rápidamente las cosas fueron complicándose. Al parecer, de puertas adentro, los Sussex estaban enfrentando un difícil proceso y su propuesta no era necesariamente viable bajo ojos de la Familia Real. Fue así como con la Reina Isabel a la cabeza, Harry reunió con su padre y su hermano en lo que se llamaría después la Cumbre de Sandringham para determinar los términos de la partida de los Duques de Sussex. Este capítulo lo revisitaría desde su perspectiva Harry en su libro Spare, pero en su momento hubo detalles que se hicieron públicos, y uno de ellos fue la petición de la Reina Isabel de la pareja para que dejaran de usar el tratamiento de ‘Su Alteza Real’ en público, un nombramiento del que gozan solamente un puñado de personas dentro de los Windsor. A pesar de esto, desde aquel enero del 2020 cuando eso se hizo público, no faltaba una que otra mención de estas palabras al referirse a Harry y a Meghan, lo que se ha cortado de tajo hasta este agosto.
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¿De dónde desapareció el tratamiento de Su Alteza Real para Harry?
Todo comenzó el viernes pasado cuando The Express, tabloide británico, indicó que en el sitio de la Familia Real todavía se referían a Harry como ‘Su Alteza Real’ en la biografía de Harry. Al parecer, estas menciones habían pasado desapercibidas para el departamento de comunicación del Palacio de Buckingham, pues este martes, la página ha aparecido completamente renovada, refiriéndose a Harry únicamente como el Duque de Sussex. Al parecer, nada ha cambiado, simplemente en un par de textos no se habían hecho las modificaciones correspondientes, pero se está trabajando todavía en eso -según el mismo diario, el portal cuenta con más de 5,000 páginas, por lo que es complicado hacer una transformación completa en poco tiempo-. De hecho, existe todavía un trabajo de actualización ante el fallecimiento de la Reina Isabel, que derivó en movimientos importantes tanto en la línea de sucesión como en las posiciones de algunas personas, como el Príncipe William convertido en el nuevo Príncipe de Gales.
¿Cuál era el acuerdo?
De forma enfática, tras la cumple, el Palacio de Buckingham anunció: “Los Sussex no usarán sus títulos de Su Alteza Real, ya que ya no son miembros trabajadores de la Familia Real”. Al momento de las negociaciones de su partida, se estableció que el Príncipe sería llamado, Harry, Duque de Sussex y su esposa, Meghan, Duquesa de Sussex. En aquel entonces, esto llamó especialmente la atención, pues antes, esto solamente se había utilizado en el caso de las mujeres que se habían divorciado de un hombre con título, para no crear confusión con el heredero de dicho nombramiento. Por ejemplo, cuando Diana perdió su título de Su Alteza Real, se le nombró: Diana, Princesa de Gales, mismo caso de su cuñada Fergie, quien fue Sarah, Duquesa de York. Desde entonces, especialmente Meghan, ha sido muy enfática en utilizar su título, Duquesa de Sussex, incluso en situaciones que podrían parecer de lo más mundanas, como en la lectura de su libro para niños hace unos años.
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¿Qué significa el tratamiento de Su Alteza Real?
Se trata de una denominación creada en el siglo XVIII para identificar a los miembros de rango más alto dentro de la Familia Real, usualmente reservado para los hijos y nietos del monarca. Desde 1917 se limitó el número de personas que pueden llevarla, incluyendo a los familiares directos de la persona en el trono, así como los cónyuges de los primeros en la línea de sucesión. Lo que resulta interesante es que, más allá de las implicaciones protocolarias que este nombramiento significa, también viene ligado a asuntos más prácticos, como el tema de la seguridad de la que se quejó públicamente el Príncipe Harry en su entrevista con Oprah, y que incluso lo ha llevado a la corte para enfrentarse al gobierno británico. Y es que solamente aquellos que cuentan con este tratamiento o que mantienen un puesto activo representando a la corona, pueden contar con seguridad pagada por el Estado.