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Fue en septiembre del año pasado cuando la noticia llegó a sorprender a propios y extraños. A través de un comunicado, la Reina Margarita de Dinamarca daba a conocer que cuatro de sus nietos -Nicolás, Félix, Henrik y Athena- se quedarían sin sus títulos de príncipes y princesas. Siguiendo la tendencia de distintas casas reales, como la sueca, la monarca apostaba a la reducción de los miembros senior de la Familia Real, con una proyección a futuro que asegure la sobrevivencia de la institución. Los cuatro afectados por esta noticia eran los hijos del Príncipe Joaquín, hijo menor de la monarca. Las reacciones no se hicieron esperar, tanto Joaquin como su esposa, la Princesa Marie, como los dos hijos mayores del Príncipe se manifestaban en contra del inminente cambio. A pesar de esto, la Reina Margarita se mantuvo firme en su decisión, llegando incluso a explicar la razón de por qué había decidido tomarla en este momento. Según dejaba claro, su intención era ser ella quien hiciera este movimiento que parecía inevitable y no dejarlo en manos del Príncipe Federico, el heredero al trono, pues nunca sería lo mismo que una abuela hiciera el cambio, a que lo haga un tío. Fue así como siguiendo el plazo establecido, este enero los títulos fueron removidos, y a la distancia, convertido en el Conde de Monpezat, Nicolás ha tomado la palabra para hablar en una entrevista en la que cuenta cómo es su vida en la que intenta abrirse un camino en el mundo de la moda.
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Nicolás de Dinamarca, confundido por la decisión de su abuela
Las palabras de Nicolás
El guapo nieto de la Reina ha participado en algunas pasarelas y campañas de moda en los últimos años, por lo que en este papel ha dado una entrevista a la revista Numéro de Holanda. “Crecer como un miembro de la Familia Real danesa siempre ha sido muy preciado para mí. Mi crianza ha estado llena de momentos felices y de una infancia relativamente ‘normal’. Dicho eso, estoy consciente de las circunstancias especiales bajo las que me criaron y la responsabilidad que conlleva. Creo que he manejado esto muy bien”, dijo el chico de 23 años. Al ser cuestionado sobre las limitaciones que su vida ha tenido, respondió: “Mi papel real no me ha limitado al hacer cosas que disfruto y amo. Siempre me he visto como un alma libre. Uno debe considerar sus opciones mucho más sabiamente, tal vez, pero no me he sentido restringido para vivir mi vida”.
A pesar de la decisión tomada por su abuela, era sabido que Nicolás no iba a trabajar formalmente representando en la corona en Dinamarca, pues incluso su padre, se ha visto buscando distintos horizontes. Esto le ha dado la oportunidad de abrirse un lugar en el mundo de la moda, según ha contado a través de una invitación de su agencia en Copenhague y después llegando a Londres. Con un intercambio a Australia en la mira y después de haber estudiado un semestre en París, Nicolás fue cuestionado sobre lo que está por venir: “Todavía no decido sobre mi futuro. Tengo la mente muy abierta y no voy a descartar un trabajo en la industria de la moda. Deseo intentar trabajar en el extranjero y utilizar mi título académico, pero no puedo ser más específico en este momento”.
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Ante los muchos comentarios que surgieron ante este cambio, la Reina Margarita dejó pasar un tiempo y en febrero pasado aceptó dar una breve explicación detrás de su determinación durante una entrevista con el editor en jefe de la revista Weekendavisen, Martin Krasnik. Clara y sin lugar a interpretaciones, la monarca dijo: “No estoy feliz de entrar en eso, si soy honesta. Todavía es muy pronto para hablar de ello. Podría decir algo, pero no debería decirlo todo. Para mí ha sido importante que Federico no fuera quien tuviera que tomar tal decisión, era mejor que lo decidiera yo”. Ante esto, el periodista le preguntó el por qué, a lo Margarita respondió: “Porque entonces, la vieja es quien lo ha decidido. Pero todavía está demasiado fresco para hablar de ello”.
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