Después de haber viajado a Escocia, para participar en la ceremonia equivalente a la coronación de Carlos III en aquel país, en la que tuvieron un papel protagónico, los Príncipes de Gales ya se encuentran de vuelta en Inglaterra y se han dispuesto a cumplir con una de las citas benéficas más tradicionales de su calendario. Por doceavo año consecutivo, la pareja ha encabezado el Royal Charity Polo Day, en el que el Príncipe William se embarca en un partido de este deporte para recaudar fondos para las once caridades que la pareja apoya de forma específica. Se debe saber que al haberse convertido en una tradición, este partido tiene como expectativa el poder reunir la nada despreciable cantidad de 12 millones de libras esterlinas, apoyando así a distintas causas y logrando traerlas al centro de la atención. Como ha sucedido desde que comenzaron su relación, los partidos de polo son una ocasión perfecta para que Kate aparezca apoyando a su marido en el campo de juego. Si esta imagen comenzó cuando apenas eran novios, ha ido evolucionando con el paso del tiempo, con aquellas primeras imágenes del Príncipe George como bebé tratando de escalar el pasto mientras su papá se enfrentaba a caballo, hasta aquellos tiernos momentos con Louis en brazos de su mamá mientras sus hermanos mayores jugaban fútbol para hacer tiempo. En los últimos años, ésta ha sido una oportunidad para ver un lado más personal de los Príncipes de Gales, que habitualmente reservan las muestras de cariño para la intimidad de su casa, pero que cuando se trata del polo, se permiten uno que otro beso o algún otro guiño que deja clara su complicidad.
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El look de Kate para el polo
Si la mañana del miércoles se veía a Kate en su versión más protocolaria durante el servicio de acción de gracias en la Catedral de St. Giles, este jueves se pudo ver una versión más relajada de la Princesa de Gales, que tiene una amplia experiencia cuando de partidos de polo se trata. Como ha hecho a lo largo de los últimos años, nada mejor que recurrir a un estiloso vestido con un bolso de cadena larga y zapatos con un tacón significativamente más bajo del que suele usar en sus compromisos oficiales. Acompañada de Peter Phillips, hijo mayor de la Princesa Anne, Kate fue la mejor porrista del Príncipe William en este encuentro ecuestre luciendo un vaporoso vestido en azul celeste con un estampado de trigo, según la descripción de la firma Beulah London. Se trata del modelo Sonia, con corte de falda midi, mangas largas con un poco de volumen y cuello redondo con un par de pinzas sobre el escote. Este diseño se puede conseguir por 550 libras esterlinas (poco más de $12,000 pesos mexicanos).
En esta ocasión, la Princesa eligió los zapatos modelo Lucia de la firma Camilla Elphick. Se trata de un par destalonado con punta marcada en contraste al resto del calzado, en color beige, que se encuentran casi completamente agotados, pero en una de sus tallas se pueden conseguir por $5,950 pesos mexicanos. En cuanto a complementos, el bolso que lució la Princesa de Gales fue el Harlow de Mulberry, que ya no se encuentra a la venta, pero que Kate ha mantenido vigente gracias a las apariciones que hace con ella. Los lentes son del modelo Vivian de la firma Finlay & Co, que le vemos por primera vez, y se pueden conseguir por 150 libras esterlinas (alrededor de $3,279 pesos mexicanos).
El toque final lo dieron sus arracadas de Lenique Louis, que también le hemos visto en otras ocasiones, así como su pulsera Stéphanie de Sézane, que se encuentra en rebaja de 80 ($1,497 pesos mexicanos) a 40 euros (aproximadamente, $748 pesos mexicanos).
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La tradición tiene que continuar
Si en los últimos años se ha visto a los Príncipes de Gales haciendo una aparición en este partido, con William todavía enfrentándose en el encuentro, ha de recordarse que durante años, el Príncipe Harry también estuvo involucrado en este compromiso. Los hermanos solían jugar en equipos rivales para enfrentarse en la cancha y así reunir más dinero en favor de sus caridades. De hecho, la última aparición que Harry tuvo en este evento fue en el 2019, cuando acababa de convertirse en padre, y se pudo ver a Meghan cargando a Archie a las orillas del campo de juego. Desde su partida, Harry ha intentado replicar este tipo de eventos de caridad en California. Aunque, en vez de aparecer con William, se ha hecho acompañar del jugador de polo Nacho Figueras.
