La agenda de los Príncipes de Gales ha cobrado una velocidad sin precedentes desde que en septiembre pasado recibieran su nueva posición como herederos al trono británico. No es raro ver tanto al Príncipe William como a Kate Middleton en compromisos, tanto de forma individual, como de manera conjunta. Entre estos eventos, no han faltado algunos viajes que la pareja ha tenido que realizar, el más reciente, una visita exprés a la capital de Jordania, en donde hicieron acto de presencia en la boda real del Príncipe Hussein y su esposa Rajwa. Ha de decirse que, a pesar de que los Gales no suelen ser la representación de la corona británica en este tipo de eventos, parece que han querido hacer una especial excepción, por la cercana relación que William ha formado con Hussein -al compartir destinos muy similares- y de forma conjunta con los padres del novio, el Rey Abdalá y la Reina Rania. En medio de este calendario en el que no parece haber un espacio, se espera que en agosto, la pareja pueda disfrutar de unas merecidas vacaciones con sus tres hijos, pero antes de poder tomar esa escapada, los Príncipes de Gales tendrán un importante viaje durante julio, el cual distará mucho de un descanso, pues se tienen programados todo tipo de eventos para la ocasión.
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El ceremonial viaje
El gobierno escóces ha sido el encargado de dar a conocer el viaje que realizará el primer círculo de la Familia Real británica el próximo 5 de julio a Edimburgo para conmemorar la coronación del Rey Carlos III y la Reina Camilla, a lo largo de un a semana en la que se realizará una serie de eventos en los que también estarán presentes los Príncipes de Gales -conocidos en aquella región como los Duques de Rothesay-.
Según se ha informado, Carlos III y Camilla emularán los pasos de la visita que la Reina Isabel realizó en 1953 tras su coronación, teniendo como momento cumbre el servicio que se realizará en la St. Giles Cathedral, con la presencia de la Piedra de Scone -la cual también se trasladó a la Westminster Abbey a inicios de mayo-. Se espera que se realice una procesión que contará con 100 personas representando aspectos de la cultura escocesa y el Royal Regiment of Scotland tendrá su propia aparición. Tal como sucedió en Londres, en este caso, la procesión real saldrá del Palacio de Holyroodhouse camino a la catedral con una escolta militar, y al final se les acompañará de vuelta para marcar el cierre de la celebración.
Hace más de 70 años, la Reina se reportó a sus deberes en Escocia, precisamente tres semanas después de su coronación en Londres. Si se puede tomar esta aparición como referencia, se sabe que esta ocasión será menos ceremonial de lo que se vivió en la coronación de inicios de mayo, pero no por eso será menos significativa. Antes de la ceremonia encabezada por la Reina Isabel en 1953, el último monarca en haber realizado este proceso había sido el Rey George IV en 1822 (el abuelo de Isabel II).
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El mensaje de Primer Ministro
El nuevo Primer Ministro del país ha anunciado a través de un comunicado: “Escocia recibirá a los nuevos Rey y Reina en julio con una serie de eventos para conmemorar la coronación. Una procesión de la gente, una procesión real, un servicio de acción de gracias nacional y un saludo de cañones tomarán lugar en Edimburgo. Representantes de muchas comunidades y organizaciones diferentes de Escocia tomarán parte de estos históricos eventos”.
Tal como sucedió en el caso de la ceremonia de coronación, se espera que los Gales mantengan un papel protagónico en esta serie de eventos que realizará el pueblo escocés, enfatizando de forma pública su posición como herederos al trono británico, además de dar al mundo una imagen de continuidad y fuerza cuando de la monarquía se trata.
La gran interrogante que ha surgido desde que se dio este anuncio es si Carlos III y Camilla se hospedarán en Balmoral, el amado refugio de la Reina Isabel y en donde vivió sus últimos momentos. Según se sabe, de forma pública, la familia no ha regresado a este lugar desde septiembre pasado, cuando se reunieron para despedir a la monarca a puertas cerradas. Es bien sabido que, para todos los Windsor, este es un lugar de especial importancia, pues es en donde se han dado sus recuerdos familiares más importantes, alejado de las miradas. A pesar de que Carlos III cuenta con una casa en Escocia, bien podría aprovechar esta oportunidad para volver a Balmoral. Por su parte, Kate y William tienen su propia residencia en la región, al parecer, una herencia de la Reina Madre, por lo que nada apunta a que ellos podrían no hospedarse en Balmoral.