¡Dios salve al rey! Luego de la ceremonia de coronación, los reyes Carlos III y Camilla salieron de la Abadía de Westminster para una procesión histórica en la que recorrieron las calles de Londres entre el público que esperaba saludarlos en el camino. Carlos III y su esposa, iban a bordo de una histórica carroza que hemos podido ver en ocasiones anteriores y que guarda un sinfín de curiosidades y momentos entre la Familia Real Inglesa.
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El carruaje fue hecho en 1760 para Jorge III, quien la estrenó en 1762, cuando se trasladó en ella hacia la sesión de apertura del parlamento de aquel año.
Fue hecho en madera y está recubierta por una capa de oro. Entre las decoraciones destacan los dioses romanos y tres querubines en el techo, los cuales simbolizan la unión de Inglaterra, Escocia e Irlanda.
La carroza mide cuatro metros de alto y siete de largo. En total, pesa cuatro toneladas, por lo que se necesitan ocho caballos para tirar de ella. Por su peso, es difícil que alcance una gran velocidad.
Al interior, los asientos tapizados de terciopelo rojo dan el toque perfecto de la realeza.
A pesar del lujo del carruaje, según contaba la propia reina Isabel II, es bastante incómoda.
Su majestuosidad la hacen perfecta para actos solemnes, en especial coronaciones. Y es que la hemos visto desde 1831, en la coronación de Guillermo IV.
Ocho caballos tiraron de la carroza que llevó a los nuevos reyes hasta el Palacio de Buckingham.
La última vez que la vimos por las calles de Londres, fue durante el jubileo de platino de la reina Isabel, el año pasado; en el que se celebraron sus 70 años en el trono.