Después de que no se le viera en el tercer día de audiencia en la High Court de Londres, el Príncipe Harry apareció este jueves en lo que será el último día antes de que el juez tome una decisión sobre el caso que un grupo de celebridades han iniciado contra el conglomerado Associated Newspapers Limited, dueño del tabloide Daily Mail. A pesar de que se esperaba su presencia de forma remota, el Príncipe sorprendió a propios y extraños la mañana del lunes cuando entrando por la puerta principal de la Corte se le vio de vuelta en Reino Unido, por primera vez desde la partida de la Reina Isabel en septiembre del año pasado. De forma más discreta, el segundo día de audiencia entró con el semblante sobrio y paso apresurado por una puerta lateral, para presentar el testimonio que dio de forma escrita, en el que hizo su propia acusación contra el Palacio por retenerle información. A pesar de que se presentó en los dos primeros días, el miércoles estuvo marcado con su ausencia, regresando este jueves para escuchar los alegatos finales de ambas partes.
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Hasta el momento, se sabe que los representantes legales de ANL están buscando ya sea que, se desestime el caso o que en su defecto, se dé una resolución sin necesidad de llegar a juicio, considerando que las acusaciones han llegado ‘demasiado tarde’ -al datar de hace alrededor de 12 años, con algunas de hace dos décadas-. Por su parte, el grupo acusador que está conformado por personalidades como Elton John, Elizabeth Hurley y Sadie Frost, además de Príncipe, han dado sus respectivas declaraciones con ejemplos de lo que en su opinión fue una invasión ilegal de la privacidad, en la que se ve incluida una supuesta intervención de sus teléfonos.
Como ejemplo de esto, en su testimonio escrito Harry explicó que durante su relación con Chelsy Davy vivían un acoso constante y que de alguna forma, la prensa siempre sabía en dónde estaban. Particularmente, recuerda que en un viaje en Argentina, después de que Chelsy hablara desde el teléfono de Harry con un amigo, la prensa ‘inundó’ las afueras del lugar. En esta misma línea, recuerda que detalles de una llamada especialmente emotiva con el Príncipe William fueron publicados, cuando solamente ellos dos tenían conocimiento de lo sucedido, dejando claro que en su opinión, el tabloide estaba ‘simplemente, escuchando las llamadas’. “El hacer eso es simplemente vergonzoso, pero el publicarlo va más allá de lo cruel y es un abuso del privilegio periodístico”, escribió en su declaración.
También apuntó a que los medios ilegales a través de los que el tabloide consiguió información personal sobre él fueron el motivo de su ruptura con Laura Gerard-Leigh. En esta misma línea, el Príncipe acusa a Associated Newspapers de haberse asegurado de que alguien comprara la información sobre los vuelos que él y Chelsy Davy tomaron para pasar sus vacaciones en África, señalando que esto no solamente es ilegal, sino que representa un ‘verdadero riesgo de seguridad’, llevándolo a creer que algún miembro de su equipo de seguridad o uno de sus amigos estaban vendiendo información sobre él. Al igual que con el caso de Laura, Harry asegura que el acoso mediático hizo que su relación con Chelsy fuera imposible.
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El detalle de moda que no ha pasado desapercibido
Lejos de la marcada austeridad que ha caracterizado a los hombres de la Familia Real británica por décadas, hubo un detalle en Harry que no pasó desapercibido. A pesar de que durante sus tres apariciones se le vio llevando ropa casi idéntica, con un traje azul marino, camisa blanca y corbata en gris, la realidad es que una de estas piezas guardaba un detalle que ha sido descubierto por los amantes de la moda. Un pequeño bordado en amarillo en forma de abeja hizo que se reconociera la camisa de Harry como el modelo Bee de Dior, que tiene un precio de 650 dólares (alrededor de $11,673 pesos mexicanos).