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Su posición como el primero en la línea de sucesión ha hecho que el Príncipe William mantenga una cierta sobriedad en sus apariciones públicas desde que era muy joven, pero esto no ha evitado que de vez en cuando se den vistazos a su personalidad. Tal como sucede con su esposa, la Princesa de Gales, el verlo rodeado de niños es una oportunidad perfecta para conocer más de su calidez y simpatía, algo que parece haber heredado de su madre, la Princesa Diana. Padre de tres pequeños, el Príncipe Heredero sabe lo que es lidiar con las ocurrencias de los niños y tiene una gran naturalidad cuando de este tipo de encuentros se trata. Es por eso que no ha sorprendido que durante su viaje exprés a Polonia para reconocer a las tropas que están involucradas con el conflicto en Ucrania, se ha podido ver un lado de lo más humano cuando de William se trata.
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Después de encontrarse con las tropas en la totalidad formalidad que su rango militar le requiere, a sabiendas de que en un futuro se convertirá en la cabeza de las fuerzas armadas británicas, William tuvo una parada que sería el escenario de los más conmovedores encuentros. El Príncipe visitó un centro de refugiados en la frontera de Polonia y Ucrania, en donde tuvo la oportunidad de conocer a varios niños que se encuentran viviendo con sus familias esta durísima situación humanitaria.
El Príncipe no solamente se limitó en conocer las condiciones en las que viven las familias en este lugar, sino que también convivió gustoso con los niños, posando para las fotografías que le pedían y divirtiéndose con sus ocurrencias, jugando una partida de tenis de mesa y hasta haciendo flores de papel como parte de las actividades que tienen en este centro. Fue precisamente en medio de este contexto de camaradería que conoció a Tymoffi, un pequeñito de 4 años que se robó por completo la atención de William gracias a su encantadora sonrisa. El Príncipe compartió carcajadas con el pequeñito, regalando una serie de fotografías que rápidamente se han hecho virales.
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A pesar de tratarse de un viaje muy breve, ha quedado claro que la agenda de William tenía la intención de mostrar su apoyo a los refugiados ante el conflicto bélico que se vive en la zona, así como reconocer a las tropas de su país que se han desplazado hasta este lugar. A su llegada al país, el Príncipe de Gales dijo: “Estoy aquí porque quiero agradecer personalmente a las tropas polacas y británicas por trabajar en sociedad cercana y crucial. También quiero rendir tributo a la inspiradora humanidad de la gente polaca. Han abierto sus corazones tanto como sus hogares”.
El Príncipe comenzó este viaje en su faceta militar, acercándose a las tropas que se encuentran representando a Carlos III en este conflicto bélico, justamente en una zona muy cerca de la acción militar. Más tarde, el Príncipe visitaría el centro para refugiados que alberga a alrededor de 300 mujeres y niños que han sido desplazados de su hogar en Ucrania ante los ataques.
Esa misma noche, el Príncipe sorprendió al ser captado en el Butero Bistro, cenando de forma muy relajada con el equipo del Palacio de Kensington, haciendo evidente el buen ambiente que hay en la delegación que ha viajado a Polonia, según imágenes que ha publicado el Dailymail. Lejos del glamour, el Príncipe decidió pasar con sus trabajadores este rato en una cena por demás accesible.
En su segundo día, un sobrio William apareció dejando una ofrenda en la tumba del Soldado Desconocido en Polonia, para continuar con su agenda de forma más casual visitando un grupo de jóvenes refugiados en la Hala Koszyki Food Hallvisit.