Cualquiera pensaría que la vida de una princesa se da entre tiaras y vestidos, aunque la realidad esta posición es mucho más práctica y diplomática. Desde su boda en el 2011, Kate Middleton cobró la responsabilidad de hacerse cargo de distintos patronatos, dando visibilidad a ciertas causas y trabajando de la mano para promover algunos organismos. A sus tareas, se suman las plataformas que ella ha elegido, como en su momento, la importancia de la salud mental, y desde hace algunos años de manera más formal, el crear conciencia sobre la relevancia de los primeros años de vida en una persona. Desde que hace unos meses se convirtió en la nueva Princesa de Gales, a las tareas de Kate se han ido sumando responsabilidades, pero esto simplemente ha ido mostrando diferentes ángulos de la esposa del Príncipe William, quien se sabe, lejos de los reflectores es por demás atlética y amante de la naturaleza. Es por esto que no ha sorprendido lo bien que se ha desempeñado en su más reciente aparición, durante un entrenamiento a bajas temperaturas con la Guardia Irlandesa.
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Enfundada en ropa camuflada, la Princesa de Gales hizo su debut esta mañana como Coronel de la Guardia Irlandesa, posición que recibió de manos de su marido, William, quien en diciembre pasado se convirtió en el Coronel de la Guardia Galesa -nombramiento que antes llevaba Carlos III-. El entrenamiento no sería fácil, pues su nuevo batallón se encontraba localizado en temperaturas bajo cero en la zona de Salisbury Plain, pero Kate iba dispuesta a todo.
El ejercicio estaba planeado, los miembros del Primer Batallón de la Guardia Irlandesa estaban realizando una vigilancia a pie cuando eran atacados por el enemigo. Dentro de este escenario, uno de ellos era supuestamente lesionado por un disparo, por lo que tenía que ser tratado, antes de evacuar de forma segura el lugar. Es por esto que se vio a una atenta Kate aprendiendo cómo se tenía que hacer el cuidado del soldado herido de forma rápida y eficiente para sacarlo del lugar antes de que continuara el ataque.
La primera soldado Jodie Newell, de 25 años, fue la encargada de instruir a Kate, algo que simplemente no podía creer, “Estaba tan nerviosa, estaba enseñándole medicina a la Princesa de Gales, fue un honor. Solamente le estábamos enseñando lo que los médicos en la armada hacen, de hecho fue muy buena, muy animada para participar”, contó sobre este momento. Y vaya que se veía a una Kate completamente entregada a la tarea, como suele ser cuando se le invita a participar en este tipo de actividades que salen de la norma.
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Una princesa todoterreno
La Princesa de Gales tuvo la oportunidad de escuchar los testimonios de los miembros del batallón, quienes le contaron un poco de su experiencia en sus tareas recientes. Según revelaron, para ellos fue importante conocer a su Coronel en un día como este. “Es particularmente importante en el Día Internacional de la Mujer que algunas de nuestras soldados mujeres conozcan a un modelo a seguir inspirador femenino. Es un verdadero honor para todos los soldados el conocer a su Coronel Real en el campo aquí en Salisbury Plain y demostrar algunas de nuestras habilidades básicas de operación”, dijo el Teniente Coronel James Aldridge sobre esta visita.
Demostrando una vez más que es una princesa todoterreno, Kate se recogió su larga melena al completo, llevando una chamarra de camuflaje en la que portaba orgullosamente el emblema de la corona, con unos sencillos pantalones skinny en verde y sus fieles botines de Berghaus, una combinación que le permitió participar de forma muy entregada en todas las actividades que su batallón tenía para ella.