El próximo 6 de mayo pasará a la historia como el día de la coronación del rey Carlos III, un evento de la Realeza Británica que el mundo entero espera con curiosidad. Durante las semanas recientes, la Casa Real ha contado algunos detalles de ese gran día, entre ellos las coronas que lucirán los reyes Carlos y Camilla. Pero no sólo ellos portarán esta joya, sino también los miembros de la Familia Real con título nobiliario, aunque no tan grande como la de los protagonistas de este día.
El próximo 6 de mayo, el rey de Reino Unido lucirá dos coronas. La primera será la de San Eduardo, con la que será proclamado rey de manera oficial. Una pieza que su madre, la fallecida reina Isabel II, llevó en su propia coronación en 1953. Por ello es que desde hace unos meses fue retirada de la Torre de Londres para ajustarla a la medida del rey.
Conformada por una estructura de oro de 22 quilates, engastada con casi 450 piedras preciosas. Su peso es de más de dos kilos, y la misma reina tuvo que ensayar en su tiempo para portarla sin tanto problema, aunque reveló que le costó leer su discurso por no poder bajar la cabeza con el peso extra.
La segunda corona que llevará el rey será la corona imperial, un poco más fácil de lucir. Fue hecha para la coronación del rey George VI, en 1937. Esta corona recién la vimos en septiembre pasado, durante los funerales de la reina, además de que fue la que se colocó sobre el féretro de la Monarca para dar el último adiós.
Para la coronación de Camilla como reina consorte, el palacio reveló que usará la corona de la reina María de Teck, que llevó el día de la coronación de su esposo, George V. La pieza ya fue retirada de la Torre de Londres para su modificación.
Además de ajustarla a su medida, aseguran que se le incrustarán los diamantes Cullinan III, IV y V de la colección personal de la reina Isabel II que llevaba en algunos de sus broches.
Con ello Camilla evade la conocida “maldición” que tiene la corona de la reina Madre, quien el día de la coronación de su esposo y padre de la Reina Isabel II, llevó la corona en la que lució el diamante Koh-i-Noor, que supuestamente le dará mucho poder a quien lo lleve, pero el precio es equivalente a la malfortuna. Sin embargo, también se dice que dicha creencia sólo afecta a los hombres.
Con este ligero cambio en las coronas de la reina consorte, la Familia Real Británica también evita un conflicto diplomático, pues desde los primeros planes de la coronación se hablaba del reclamo de algunos países por el diamante, que no llegó a manos británicas de la forma más sutil.
“La Corona será usada por la Reina Consorte, que es la primera vez en la historia reciente que una corona existente será usada para la coronación de una consorte en lugar de hacer una nueva comisión”, explica el palacio.
Por ser el primero en la línea de sucesión al trono, el príncipe William ahora es el príncipe de Gales y podría llevar la misma corona que le perteneció a su padre, quien ostentaba este título hasta el fallecimiento de la reina, el 8 de septiembre pasado.
La única hija de los príncipes de Gales podría llevar una corona pequeña tal como lo hizo su bisabuela, Isabel II, en la coronación de su padre, George VI.
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