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Una de las celebraciones más esperadas del mundo del cine a nivel internacional es la de los premios BAFTA, pues además de que reúne a las estrellas del momento en un solo lugar, también convoca a dos de los personajes de la realeza británica con mayor influencia a nivel internacional: los Príncipes de Gales. Es por eso que esta gala causa tanta expectación entre los seguidores de este tipo de eventos, pues sin duda es la ocasión perfecta para ver al Príncipe William y Kate Middleton siendo parte del mundo del espectáculo y rodeados de las celebridades más destacadas del mundo del cine. Tal y como ha sucedido durante la gala de este año, a la que el nieto de la Reina Isabel II y su esposa han vuelto por todo lo alto, luego de haberse ausentado de la ceremonia del año pasado, por lo que su presencia en el Southbank Centre ha causado revuelo entre los asistentes, no solo por el interés que suele causar la presencia de los integrantes de la Familia Real en una alfombra roja, sino también por el increíble look que la Princesa de Gales ha lucido para esta ocasión, a través del cual ha refrendado su estatus de icono de la moda.
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Sonrientes y de la mano, es como William y Kate han arribado a este evento, haciendo gala de su carisma y liviana personalidad, saludando a todos a su paso, mientras entre ellos platicaban e intercambiaban sonrisas. Para esta ocasión, la Princesa de Gales ha optado por un increíble vestido blanco de Alexander McQueen de hombro descubierto y ceñido a la cintura, el cual también lució en la misma ceremonia pero de 2019, solo que en esta ocasión se le han hecho algunas modificaciones, además de que la Princesa le ha agregado un toque de glamour con el que ha refrescado su look, pues ha complementado su atuendo con unos guantes largos de color negro, con los que sin duda ha logrado un efecto vanguardista, manteniendo la rigurosa etiqueta que amerita la ocasión.
Kate ha optado por llevar el pelo suelto y alaciado, peinado de raya en medio, y un maquillaje en tonos plata en los ojos, además de tonalidades rosas tenues en mejillas y labios, logrando un efecto natural y fresco, a pesar de tratarse de un evento de noche. La esposa de William prestó una especial atención a los accesorios con los que ha complementado su look, pues contrastando con la sencillez de su vestido, optó por llevar por unos artes colgantes en forma de flor en tonos dorados, siendo estos los únicos accesorios que decidió llevar para esta gala.
Combinando a la perfección con la madre de sus hijos, William también lució guapo y elegante en un esmoquin de dos piezas, en donde el saco era la pieza principal de todo el atuendo, pues en un giro de vanguardia, el hijo mayor del Rey Carlos III se decantó por el terciopelo negro y un corte más recto, complementando todo su look con pantalones de vestir el mismo tono de su saco, camisa blanca, moño negro y zapatos de charol oscuros, luciendo perfecto para la ocasión.
El look de Kate de 2019
Sin duda alguna, ver a Kate enfundada en el increíble vestido blanco de Alexander McQueen en 2023 nos trasportó de inmediato a la gala de 2019, una ocasión en la que la entonces Duquesa de Cambridge deslumbró a su paso por la alfombra roja con su look. En aquella ocasión, la esposa de William optó por llevar el pelo recogido en un chongo bajo, complementando su atuendo con aretes de perla de la Princesa Diana, un brazalete de diamantes de la Reina Isabel y zapatos Jimmy Choo plateados. Sin embargo, en aquella ocasión el vestido que hoy ha decidido sacar de su armario lucía un tanto distinto, pues llevaba una tira de flores que caían delicadamente sobre uno de sus hombros, un detalle del que la Princesa prescindió en esta ocasión, dándole una nueva oportunidad a este increíble vestido.